Así es la máquina expendedora de pizzas que se considera un sacrilegio en Roma

¿Se imagina una máquina, por las calles de Valencia, donde poder comprar una paella hecha en pocos minutos y a un precio barato? Eso es lo que ha pasado en Roma, donde el último invento de la ciudad capitolina ha levantado una crisis contra el producto más típico de la gastronomía italiana: la pizza.

Venerada en todo el mundo pero única de Italia, la pizza es posiblemente el alimento que más se consume dentro y fuera de las fronteras transalpinas cada año. Todo un icono de la cultura italiana pero más de Roma, cuya ciudad acoge diariamente a miles de visitantes impacientes por probar una de sus pizzas de masa finísima. 

Para los turistas, y no tan turistas pues su ubicación es cerca de la zona universitaria de la capital, se ha instalado una máquina expendedora de pizzas. Un invento, obra de la compañía Mr. Go, que ha levantado un cisma a orillas del río Tíber hasta el punto de considerarse todo un sacrilegio contra la gastronomía. 

Los expertos en la pizza consideran que la masa debe fermentar durante unas 14 horas

"Nos han atacado como locos, diciendo que iba en contra del mercado y el arte de la pizza", confiesa para Euronews el propietario de la máquina expendedora. Una herramienta capaz de hacer y servir el alimento en tan solo tres minutos (algunos expertos aseguran que la masa debe fermentar durante 14 horas) y desde 4,50 euros en sabores tan populares como margarita, cuatro quesos, pepperoni o panceta. 

Una vez lista, se puede apreciar el proceso de cómo se hace la pizza en el horno a través de un cristal, el producto sale en una caja de cartón caliente para degustar. "Algunos han entendido el mensaje y el servicio que queremos dar", remarca el propietario de Mr. Go, quien ya está considerado para algunos romanos como uno de los mayores traidores propios del Imperio Romano.