Internacional
La Macarena, el baile que hizo furor en la Convención Demócrata de 1996
Javier Collado Sánchez
Este lunes ha comenzado la Convención Nacional Demócrata en EEUU (DNC, por sus siglas en inglés), un evento de relevancia histórica y de gran peso político, puesto que en ella se elige formalmente a quien será el candidato del partido para las elecciones presidenciales. Sin embargo, como casi todo en el país, acaba adquiriendo tintes de espectáculo televisivo. El coronavirus ha impedido este año el gran escenario, el estadio masificado, las pancartas y el colorido inherente a estos eventos. Pero en el DNC de 1996, los demócratas, confiados con la reelección presidencial de Bill Clinton, amenizaron los tiempos de espera bailando la Macarena de forma improvisada.
Cuando las primeras notas del éxito internacional de Los del Río comenzaron a sonar por los altavoces del United Center de Chicago el 29 de agosto de 1996 -último día de la convención-, las primeras palmas empezaron a acompañar el ritmo pegadizo. Algunos se atrevieron a realizar los primeros pasos de baile y, poco a poco, buena parte de los asistentes acabaron realizando la coreografía, como recogía en directo la cadena estadounidense C-Span:
La versión internacional de la Macarena había llegado a EEUU apenas un año antes y alcanzó el número uno de la lista Billboard, una posición que ostentó durante 14 semanas y le valió para conseguir cuatro discos de platino en el país norteamericano. Apenas unos días antes del inicio de la Convención Demócrata, 50.000 personas bailaron la coreografía en un partido de béisbol en el estadio de los New York Yankees.
La popularidad del baile era tal que el entonces vicepresidente Al Gore bromeó sobre el mismo en su discurso en la convención, pronunciado en horario de máxima audiencia. "Os he visto hacer la Macarena en televisión. Y, si puedo contar con vuestro silencio, me gustaría enseñaros la versión de Al Gore de la Macarena", apuntó el vicepresidente, con fama de serio. Tras unos segundos con gesto sobrio e imperturbable, Gore añadía: "¿queréis verlo otra vez?".
Estos días, sin embargo, no habrá multitudes ni música, ni días enteros en un estadio. Las comparecencias se limitarán a dos horas diarias de discursos por teleconferencia hasta el jueves, con nombres de Barack y Michelle Obama; Bill y Hillary Clinton; el gobiernador de Nueva York, Andrew Cuomo; un buen puñado de los rivales de Biden en primarias como Amy Klobuchar, Elizabeth Warren, Pete Buttigieg o Bernie Sanders; o incluso un candidato presidencial por el Partido Republicano que perdió en las primarias de 2016 contra Trump, John Kasich. Todos juntos con un único objetivo: que la estancia de Donald Trump en la Casa Blanca se limite a cuatro años, algo que no sucede desde George H.W.Bush en 1992, el último presidente en ejercicio que perdió la reelección.