Bidelan renueva la concesión de las autopistas de Guipúzcoa hasta 2030
- Rescindió el anterior contrato, vigente hasta 2026, por la subida de costes salariales
Víctor de Elena
La concesionaria vasca Bidelan seguirá gestionando las autopistas de peaje de Guipúzcoa hasta 2030, con posibilidad de prorrogarlo otros dos años más. La sociedad pública Bidegi, dependiente de la Diputación de Guipuzcoa y que tiene encomendada la supervisión de la red viaria provincial, admitió únicamente la solicitud presentada por Bidelan en el concurso lanzado el pasado mes de julio para operar y mantener las carreteras AP-1, AP-8, A-636 y GI-20, así como encargarse de los sistemas de cobro de la A-1 y N-1 a su paso por el territorio guipuzcoano. A falta de que se resuelva la adjudicación, esto apunta a que volverá a renovar la concesión que opera desde 2003.
Lo hace tras solicitar, en octubre de 2023, la rescisión del contrato que tenía vigente hasta 2026 al considerar que el aumento de costes, especialmente los laborales, comprometía su cumplimiento efectivo. Esta suspensión vino acompañada de una petición para reequilibrar financieramente la cocnesión, una vez considerado que los 296 millones que abonaría la administración provincial a cambio de gestionar estas carreteras hasta 2026 no eran suficientes debido a la inflación acumulada.
El nuevo contrato eleva su presupuesto hasta los 335,2 millones de euros, a lo que hay que sumar otros 70,4 millones de IVA. La concesionaria consideraba inviable poder cumplir con el convenio colectivo de la compañía, que según El Diario Vasco, contemplaba subidas salariales de hasta un 8,7% en los últimos dos años, al estar sujeto al IPC local.
Bidelan todavía hoy continúa gestionando las autopistas en régimen provisional a la espera de que se formalice el nuevo contrato. Este incluirá mejoras respecto al anterior, con la adición de un nuevo vigilante adicional las 24 horas para atender incidencias en las carreteras; la incorporación de un servicio de grúas propio; la adecuación de la base de operaciones de Zarautz; refuerzos en ciberseguridad, readaptación del personal de cobro a otras funciones o un mayor servicio de atención al público en Bergara.
Entre las labores encomendadas al concesionario se encuentran la conservación de las vías, vigilancia y gestión viaria, mantenimiento de instalaciones, túneles y equipos, así como la gestión del cobro de los peajes. También se hará cargo del control del túnel de Luko, en la AP-1, hasta que esté disponible un nuevo centro de control del mismo.
Entre 2017 y 2024, las autopistas de peaje de Guipuzcoa han pasado de gestionar de 43 a 230 millones de tránsitos y se han aplicado nuevas tarifas de descuento que han beneficiado a 150.000 viajeros adicionales. Para ello, Bidegi y Bidelan acordaron la incorporación de 120 nuevos puntos de cobro y la automatización de otras ocho ya existentes.
La privilegiada situación geográfica de Guipúzcoa, puerta de entrada hacia y desde Francia, ha convertido a las autopistas de peaje AP-1 y AP-8 en dos de las más transitadas de España, lo cual eleva el interés por su explotación. La primera de ellas está sujeta a peaje entre Vitoria/Gasteiz (Álava) y Eibar (Guipuzcoa), un tramo de 50 kilómetros que conecta en su extremo norte con la A-8, que desde ahí se extiende otros 91 kilómetros hasta el puente internacional de Behobia, que separa España de Francia. Ambas suman 19 estaciones de peaje.