Infraestructuras y Servicios

El Helicoide, de centro comercial en Caracas a una de las cárceles de tortura más grandes de América Latina

  • Su originalidad fue reconocida por el pintor Salvador Dalí y por el poeta Pablo Neruda
  • Representa el colapso de un sueño nacional construido sobre divisiones sociales insostenibles

elEconomista.es
Madrid,

Venezuela puede presumir de ser uno de los países más bonitos del mundo. Playas con aguas cristalinas, montañas, desierto, nieve... Además de sus múltiples recursos naturales, Venezuela es poseedora de una gran variedad de recursos minerales como petróleo, energía hidroeléctrica, bauxita, oro, coltán, hierro, diamantes, cobre y plomo, entre otros.

También quiso ser un referente en la arquitectura, con la construcción en el centro-sur de Caracas de un edificio planeado inicialmente como un centro comercial. La idea surgió en la década de los 50, durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, y fue una muestra de la ambición que llegó al país con los millones de dólares generados por la exportación petrolera. Pero tras su derrocamiento, el proyecto quedó inconcluso.

Su construcción fue a parar a una compañía privada, concluyendo la primera etapa en 1961. Fue diseñado por los arquitectos Pedro Neuberger, Dirk Bornhorst y Jorge Romero Gutiérrez y las obras terminaron en 1967, aunque la cúpula que lo hace tan especial fue culminada en 1982.

Sin embargo, esta maravilla futurista, que costó unos 10 millones de dólares de la época, era tan original que fue reconocida por el pintor Salvador Dalí y por el poeta Pablo Neruda, quien lo describió como una "creación exquisita", además de ser exhibido en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En su idea original, este centro comercial iba a contar con un helipuerto, un hotel, un gran domo en la parte superior, tecnología punta, 300 tiendas y ascensores fabricados en Viena. Sin duda, un edificio (con una estructura de 60.000 metros cuadrados) absolutamente icónico y que a día de hoy no se encuentra nada semejante en América Latina. Finalmente, el centro comercial nunca abrió sus puertas por problemas de financiamiento y la construcción se detuvo durante varios años.

Cambio de planes

Lo que en un principio iba a convertirse en el símbolo de una Caracas ultramoderna y una Venezuela en rápido desarrollo, se terminó transformando en una cárcel donde torturan a los detenidos. Pero antes de eso, en 1984, dos años después de instalar la famosa cúpula geodésica, fueron entrando los primeros organismos del Estado, siendo la DISIP (Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención) el más importante. En ese momento con marcada ideología de derechas. Y fue Chávez el que, con su entrada en la presidencia en el 1999, instauró la Policía Nacional Bolivariana y en el 2009, con la disolución de la DISIP, se anunció el cambio de nombre al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) de Venezuela.

A medida que fueron pasando los años, el centro fue mutando en un sitio cada vez más oscuro y tenebroso hasta ser, a día de hoy, uno de los lugares de tortura más grandes de América Latina, con túneles subterráneos donde la gente es violada y asesinada, ya seas adolescente o anciano.

Durante el mandato de Nicolás Maduro, el Helicoide se ha convertido en una prisión de alto perfil para detenidos políticos, donde se han documentado torturas sistemáticas y violaciones graves de derechos humanos. Los presos han reportado haber sido golpeados, electrocutados, colgados de las extremidades, forzados a adoptar posiciones estresantes y obligados a sumergir el rostro en una bolsa con heces mientras respiraban, según un artículo publicado en 2023 en El País.

En esta línea, Rodrigo Diamanti, exprisionero político venezolano, habló hace unos días en La Tarde de NTN24 sobre el secuestro y traslado al Helicoide del dirigente opositor Biagio Pilieri. "El Helicoide es un templo dedicado a la tortura. A los políticos que luchan por Venezuela los llevan a este centro como un castigo ejemplarizante", recalcó. "Lo mejor que podemos hacer por aquellos que son llevados al Helicoide es alzar la voz ya que esto reduce la probabilidad de que sean asesinados, aunque esto no garantiza que no sean torturados", agregó. "Nosotros en Venezuela estamos viendo la peor película de terror".

En 2018, los presos del Helicoide iniciaron una protesta "pacífica" para exigir "condiciones justas" de reclusión. Según la activista venezolana Patricia Gutiérrez, a todos los presos "les colocan bolsas en la cabeza, les someten a electricidad, les meten en celdas donde están hacinados unos encima de los otros sin baños, en condiciones insalubres". Todo ello para lograr confesiones.

Como era de esperar, las autoridades venezolanas han negado durante mucho tiempo los casos de tortura allí. Por ejemplo, en mayo de 2018, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, rechazó las denuncias de tortura, extorsión y presencia de menores de edad presos que se encontraban en el centro, según dijo a la CNN.