Infraestructuras y Servicios
Repsol vende su parte del oleoducto ecuatoriano OCP a Pampa Energía
- La argentina, que alcanza así el 60% del capital, quiere prorrogar la concesión
Rubén Esteller, Javier Mesones
Repsol ha llegado a un acuerdo con la petrolera argentina Pampa Energía para desprenderse de su participación en el Oleoducto de Crudos Pesados de Ecuador.
La operación, que supondrá la salida por completo de la petrolera española del país, se acordó el pasado 5 de mayo aunque está pendiente de las aprobaciones gubernamentales correspondientes.
El Gobierno ecuatoriano aseguró que las autorizaciones se entregarán con rapidez pero la decisión de disolver el Parlamento el pasado viernes podría acabar retrasando el cierre de esta operación.
Tras la adquisición, la compañía argentina alcanzará una participación del 60% en este oleoducto, la única red privada del país, que cuenta con una capacidad total de transporte de 450.000 barriles diarios y una extensión de 485 kilómetros.
A lo largo de los últimos meses, la compañía ha ido incrementando su presencia en esta interconexión mediante la compra del 4,5% de Agip y del 14% de Occidental Petroleum.
Asimismo, Pampa Energía ya ha solicitado al Estado ecuatoriano que aumente la concesión del contrato del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), tal y informó este pasado 9 de mayo el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables.
La empresa Pampa Energía es una compañía especializada del sector energético. El contrato de la operación de OCP Ecuador finalizaba este 2023 después de haber cumplido 20 años en operación.
Si se extiende este plazo para operar esta infraestructura, la propuesta de la firma argentina es realizar inversiones "cuantiosas" para mejorar la seguridad de este oleoduct que tuvo algunos problemas a principios de este mismo año.
Una de las medidas previstas sería desviar la tubería por una ruta alternativa para evitar el problema de la erosión del río Coca. Otra inversión se destinaría al mantenimiento integral que requiere el OCP tras 20 años de funcionamiento.
La venta de esta participación por parte de Repsol se enmarca en su estrategia de reordenación del negocio de exploración y producción.
La compañía abandonó ya este negocio en el país y le quedaba únicamente esta participación de la que ahora se desprende.
La petrolera española se centra así en sus mercados estratégicos y el desarrollo de proyectos de ciclo corto -de rápida puesta en operación- e inversiones flexibles para poder ajustarse en mayor medida a los ciclos actuales de precios.
La compañía avanza en la preparación de un perímetro para la compañía que aspira a salir a bolsa en Estados Unidos a partir del año 2026, tal y como se acordó con el fondo EIG.