Infraestructuras y Servicios
La mesa de trabajo de Abengoa vuelve a reunirse con la losa de los embargos y la bicefalia
- Con las cuentas bloqueadas, el riesgo de colapso es inminente
- El tono de bronca política sigue sin relajarse pese a los acercamientos
- El presidente de la matriz da detalles de su inversor a los trabajadores
Juan Esteban Poveda
La mesa de trabajo constituida por el Gobierno central, Junta de Andalucía, directivos de Abenewco1 y representantes de trabajadores para salvar Abengoa se reúne mañana. Será la primera reunión de trabajo propiamente dicha, una vez que la semana pasada la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, lideraron la iniciativa como última posibilidad de salvación de la multinacional andaluza. Los trabajos de la mesa se antojan titánicos, toda vez que la matriz de la empresa está actualmente en liquidación a pesar de tener una oferta de un inversor, sus sociedades viables en preconcurso, las cuentas embargadas, la dirección dividida y enfrentada, y los políticos a la gresca buscando réditos y desgaste del contrario.
La mesa de técnicos intentará "salvar lo que se pueda salvar" de Abengoa, en referencia a que uno de sus primeros trabajos será delimitar las unidades de negocio viables, el perímetro de lo que se puede salvar de entre las casi 300 sociedades que componen el complejo universo de la empresa. Las miradas están en las 27 sociedades preconcursadas donde se concentra el grueso de la actividad real de Abengoa.
«Espero que el lunes sigamos trabajando y poniendo soluciones sobre la mesa. El Gobierno estuvo, está y estará siempre defendiendo las capacidades industriales y el empleo en Abengoa», dijo la semana pasada la ministra en TVE, confirmando la reunión de este lunes.
Se espera que la filial Abernewco1 aporte ya un plan de viabilidad, adaptando el que presentó a la CNMV y que incorporaba la entrada de 449 millones de euros del rescate de la Sepi y del fondo americano Terramar, una operación finalmente frustrada al negarse la sociedad estatal a aportar 229 millones. Según explicó Maroto la semana pasada, la adaptación de ese plan a la nueva realidad es la base de la nueva operación.
Embargos
El lunes pasado, mientras la ministra Maroto prometía el apoyo del ejecutivo a la salvación de Abengoa, la Agencia Tributaria y a la Seguridad Social embargaban todas las cuentas de la empresa en España. Se ha comunicado además a proveedores y clientes que se abstengan de hacer ingresos a esas cuentas, y que los hagan directamente a la hacienda pública.
Está en juego además el pago de las nóminas de julio (la ordinaria y la extra), imposible con las cuentas bloqueadas. Eso a corto plazo.
Suspender esos embargos es prioritario para poder seguir funcionando. Las fuentes consultadas indican que la parte aún con actividad de la empresa colapsaría si no se pone una solución en pocos días.
Bicefalia
La ministra Maroto ya admitió la semana pasada una complicación añadida con la situación actual de Abengoa: la bicefalia. Se está trabajando en la mesa técnica con algunos de los consejeros de la filial Abenewco1, pero no con los de la matriz Abengoa, presidida por Clemente Fernández.
La matriz, a raíz de un auto de 30 de junio del juzgado de lo Mercantil que lleva su concurso de acreedores, ha entrado el fase de liquidación. El auto está recurrido y Fernández ha presentado al juzgado un convenio concursal acompañado de una oferta vinculante de Sinclair y RCP, que se comprometen a aportar 200 millones, más 300 en avales.
La semana pasada el juez dio cinco días a las partes para que se opusiesen o no al recurso, y está previsto que resuelva antes de final de mes. Si se revoca la liquidación y se deja seguir con el concurso, sería la mejor baza para salvar Abengoa.
Sin embargo, Clemente Fernández no está participando en la mesa de trabajo con las administraciones. Aunque a día de hoy, una vez descartada al menos -de momento- la opción Terramar, es el único que aporta un inversor.
Con trabajadores
La semana pasada Fernández tuvo un encuentro telemático con más de 180 trabajadores. Les explicó su proyecto y durante varias horas se sometió a las preguntas de la plantilla. Este encuentro ha tenido impacto entre muchos trabajadores de la multinacional.
El ambiente político tampoco es óptimo para el encuentro. La ministra Maroto, en la misma entrevista la semana pasada en la que anunció la reunión de mañana, insistió en que que el Gobierno aprobó dos reestructuraciones de Abengoa en 2019 y 2020 y que fue la Junta de Andalucía la que no quiso ayudar a la empresa en 2020, obviando que la administración andaluza no tiene herramientas legales para ayudar a empresas en crisis (como pueden atestiguar los condenados por el caso ERE) y que el Gobierno ha tenido 10.000 millones para rescatar a empresas estratégicas y se dejó fuera a Abengoa pese a que devolvió sin usar más de 6.000 millones y sí ayudó a la aerolínea Plus Ultra.