El italiano acudió al programa de Santi Acosta y Bea Archidona apenas 15 días después de convertirse en padre para narrar cómo habían sido esas primeras semanas al lado de su hijo, Carlo, y de Alejandra Rubio. Tranquilo y feliz, se confesó "muy enamorado" de su chica y lanzó varios piropos para su suegra, Terelu, sentada enfrente, mostraron una relación estrecha y muy cariñosa con ella. Sin embargo, solo unas horas antes, la tensión se había apoderado del plató. ¿El motivo? El actor italiano se negó en rotundo a compartir plano con la madre de su chica.
Ya lo hizo el pasado mes de junio, cuando facturó por relatar cómo afrontaba su primera paternidad, pero parece que no le gustó la experiencia y no quiso repetir. Según María Patiño, la decisión de Carlo fue del todo inesperada para los responsables, que le propusieron arrancar el programa y la entrevista con una pantalla partida junto a Terelu. La tajante negativa de Costanzia dio paso a un segundo ofrecimiento: entraba solo al plató, realizaba la entrevista y Terelu se sentaba a su lado tras el último corte publicitario antes de su despedida. La respuesta del hijo de Mar Flores fue la misma: "No".
El protagonista de Toy Boy no quería compartir el protagonismo ni, tal vez, acercarse más de la cuenta a su 'suegra', pues aunque hablaron de una relación cordial y hasta cariñosa, hay quien asegura que no es oro todo lo que reluce. Desde VAV insisten en que Carlo y Alejandra atraviesan una crisis y que discuten a todas horas. No es de extrañar que en este ambiente crispado, Terelu opte por apoyar a su hija y mantener distancias con el novio, que ya lanzó alguna pullita durante la entrevista: "La que más tiempo pasa con nosotros es Teresa. Le hemos puesto la cama en casa con su nombre", dijo él.
Noches en el centro penitenciario
Tampoco es de extrañar que la hija de María Teresa Campos pase tiempo al lado de su hija recién parida teniendo en cuenta que el padre de la criatura debe ausentarse por las noches: "Yo sigo durmiendo en el centro penitenciario y eso es lo peor de todo".
Hay que recordar que Carlo cumple condena por un delito de fraude desde hace más de un año en régimen de semilibertad: lleva una pulsera telemática y debe pernoctar en el centro cada noche. "Es lo que toca, pero ya queda menos. Creo que las cosas tienen que hacerse de la manera correcta. Voy a terminar lo que me queda de condena hasta el último día, en marzo, aunque la crea injusta, pero tengo que dar ejemplo", ha dicho. "Para Alejandra también es duro, ya lo sabíamos y lo habíamos hablado y tenemos el apoyo de familia y amigos".
