Las jugadoras de la selección española de fútbol femenino hicieron historia este pasado verano al proclamarse campeonas en la final del Mundial de Australia. Fue en el Accord Stadium de Sídney donde La Roja se impuso a Inglaterra con un gol de Olga Carmona que fue aplaudido en las gradas no solo por la afición, sino también por Doña Letizia y la infanta Sofía, que llegaron a sumarse a la celebración con las deportistas. No obstante, tras este resultado también se vivió un episodio que demostró los avances en igualdad de nuestro país: las jugadoras se enfrentaron a Luis Rubiales, ex presidente de la Federación Española de Fútbol, por besar sin consentimiento a Jenni Hermoso. Juntas impulsaron un movimiento bajo el lema 'se acabó', logrando apartar de su puesto, semanas después, al exdirectivo.
La noche del 20 de agosto será recordada por los españoles por la emoción que un país entero sintió al ver a sus jugadoras ganar por primera vez el Mundial, un día histórico que dejó imágenes curiosas, como el momento en el que Letizia y la hermana de la princesa Leonor se saltaron el protocolo al abrazar, una a una, a las jugadoras, para después terminar dando botes en el césped. "Que bote la Reina, que bote la Reina", vitorearon las campeonas, tal y como se pudo apreciar en La 1. La expectación fue tan grande, de hecho, que TVE arrasó con un 65,7% de share y 5.599.000 espectadores.
No fue tan agradable la polémica que desató el beso robado de Rubiales a Hermoso minutos después de terminar el partido. Con el paso de los días, tanto la audiencia como las jugadoras se armaron de valor para hablar alto y claro contra el gesto del exdirectivo, que en todo momento negó haber cruzado una línea con la deportista. Ante el silencio de Hermoso, que se tomó un tiempo para tomar medidas legales con la ayuda de sus abogados, las jugadoras, junto con otros futbolistas españoles -entre ellos, Isco Alarcón, Borja Iglesias y Aitor Paredes- denunciaron "los comportamientos inaceptables" de Rubiales. Y también lo hicieron las instituciones, que poco a poco fueron apartándose del hasta el momento presidente de RFEF.
Se acabó: el grito contra los "piquitos" y los abusos de poder
Asimismo, la dimisión de Rubiales tardó en llegar. En un primer discurso se presentó como una víctima del linchamiento mediático y del feminismo radical, y exclamó ante sus hijas que no iba a dimitir, pues el relato de Hermoso, en sus palabras, no era sincero. "Jenni Hermoso fue la que me acercó a su cuerpo", declaró, asegurando que este le pidió "un piquito" al que ella accedió.
"Desde hace cinco años van a por mi con todo. Decenas de querellas. Denuncias en juzgados. Peticiones de inhabilitación. A algunos poderosos le van a molestar. Quiero decir a mis tres hijas, que hoy tienen que aprender una lección. La igualdad no es diferenciar una opinión entre hombre y mujer, sino la verdad y la mentira. Hijas aprenderlo. Vosotras sí sois feministas de verdad. El falso feminismo no le importa la verdad. Se quieren poner una medalla y decir que estamos avanzando. La señora Yolanda Díaz, la señora Montero, la señora Belarra, Echenique, se han referido a este acción con la palabra vejar, violencia sexual, sin consentimiento, agredir, por dios que pensarán las mujeres de verdad que han sido agredidas sexualmente. A estas personas que han dicho esto, que me han acusado, me voy a defender como cualquier español, en los juzgados", señaló en su discurso.
De la dimisión de Rubiales a las Campanadas de TVE
Finalmente, el pasado 10 de septiembre, Rubiales presentó su dimisión. Así se lo transmitió al presidente interino, Pedro Rocha, mandándole su renuncia definitiva al cargo presidencial de la RFEF. Por aquel entonces, las jugadoras habían anunciado al grito de 'se acabó' que no continuarían en la selección hasta que la organización no llevase a cabo "un cambio estructural y deportivo". No obstante, con la marcha de Rubiales y de parte de la cúpula que lideraba la Selección de Fútbol Femenina, las jugadoras lograron su objetivo: poner unos límites sobre sus derechos como jugadoras, mujeres y ciudadanas.
Además, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) inhabilitó el pasado mes de noviembre a un total de tres años a Rubiales no solo por el beso que le propinó a la internacional Jenni Hermoso, sino también por su gesto en el palco de tocarse los genitales.
Este año, Jenni Hermoso estará entre los presentadores de las Campanadas de TVE de este 31 de diciembre. "Es algo difícil para pasar página así de la noche a la mañana, pero sí, estamos bien, estamos más tranquilos y bueno, todo seguirá a su curso", nos confesaba la jugadora de fútbol, aunque aseguraba que pese a todo se encuentra bien: "Bien, estoy bien, me siento fuerte, con muchas ganas de vivir todo lo que me está pasando y sobre todo aprovecharlo".