La entrada del chófer de María Teresa Campos en la casa de Gran Hermano Vip desató desde el momento en que se conoció una serie de especulaciones sobre la verdadera relación entre Gustavo y las hijas de la que fue su jefa durante décadas.
En un principio, el concursante declaró la noche del estreno del reality, el pasado jueves, que había llamado a Terelu y Carmen Borrego antes de entrar e incluso afirmó que estaban encantadas y que le había animado. Poco a poco, se sucedieron desmentidos por parte de las hijas y hasta la nieta de la comunicadora fallecida apenas diez antes de que su asistente, un hijo para ella, atravesara la puerta de la casa de Guadalix. Luego incluso desvelamos que fue el pasado 20 de agosto cuando Gustavo, antes de que su jefa se pusiera enferma, presentó su dimisión.
También supimos que Gustavo se había comprometido con Zeppelin, la productora de GH, meses antes. Y que su novia, Ainhoa, estaríaa presente en el plató para defenderle.
Este sábado, en Fiesta han desvelado que Gustavo no recibirá un euro de la mermada herencia de María Teresa Campos, que en los últimos años de su existencia dejó de trabajar y se vio obligada a malvender algunas de sus propiedades, como su mansión del noroeste de Madrid.
La verdad es que las Campos son conscientes de que tanto el chófer de su madre, que era micho más que eso, está necesitado de dinero y que sabe "muchas cosas feas" de las dos hermanas, según nos cuenta una fuente que conoce la situación.
De hecho, solo la presencia de Teresa Campos en este mundo frenó determinadas acciones de Gustavo contra Terelu y Borrego cuando Sálvame montó una campaña de desprestigio contra él, acusándole de ser el topo que filtraba cosas a la prensa. Pero ahora María Teresa no está y si Gustavo está en la casa cobrando un dinero y los de Mediaset no son tontos (y no lo son en absoluto), la labor de Gustavo para levantar el concurso será ensuciar no la memoria de María Teresa, a la que adoraba y adorará siempre, sino a sus hijas, a las que tal vez, solo tal vez, pondrá en su sitio si, como suele ocurrir, en la casa "sale todo".
Mal empezó el chófer de María Teresa su andadura en televisión cuando aseguró este jueves al entrar en la casa de Guadalix de la Sierra que contaba con el beneplácito de Terelu y Carmen Borrego en esta nueva aventura pública. Ya el viernes Alejandra Rubio le había desmentido tajantemente: "Eso es mentira", dijo. Alejandra Rubio, que se mostraba indignada en Así es la vida: "No sabíamos que entraba. Lo podíamos intuir porque hace unos veinte días presentó la dimisión. Mi abuela seguía aquí. Fue una sorpresa para todas porque después de tantos años trabajando con ella, en un momento que mi abuela estaba mal, presentará la dimisión... Fue ahí cuando empezaron las negociaciones con 'GH VIP".
Según la versión de Gustavo, comunicó a la familia Campos su entrada en la casa de Gran Hermano tras el entierro de María Teresa: "Ella hubiera querido que yo estuviera aquí. Me decía 'Coge cualquier oportunidad'. Hablé justo hace unos días con sus hijas y les comenté que iba a entrar, y les pareció bien. Este jueves además, tuve una llamada de ellas super bonita y, desde aquí les mando un beso", explicó. "Mi abuela no tenía ninguna constancia de esto. Ni que podía ser una opción. Además, me dice Carmen que esa llamada nunca ha existido", ha desvelado tajante Alejandra Rubio.
Aseguran que están sorprendidas y algo dolidas, además de preocupadas: "No tengo ningún miedo, de mí no puede decir nada, pero ha entrado con profesionales de los realities y, sin ir más lejos, Carmen Alcayde puede tirarle mucho de la lengua".