Durante cuatro años Telecinco no se ha atrevido a recuperar la marca Gran Hermano por miedo a una fuga de anunciantes como la que se produjo a finales de 2019, cuando saltaron a los medios los detalles de una investigación sobre el abuso sexual a Carlota Prado que se había producido en la casa de Guadalix de la Sierra dos años antes.
Mediaset intentó rescatar el formato en 2021, pero se arrepintió. Para recuperarlo debía terminar el proceso judicial que finalmente se celebró hace unos meses y conocerse la sentencia de la que se tuvo noticias el pasado mayo.
El fallo reconoce que hubo abuso sexual de José María López a su novia Carlota Prado durante una fiesta que se produjo en la casa de GH Revolution, que era el nombre que recibió aquella edición del reality, y establece una condena de 15 meses de prisión para el concursante, que no recurrirá la sentencia. Además, se le condena a cuatro años de alejamiento e incomunicación respecto de la víctima y a indemnizarla en la cantidad de 6.000 euros como resarcimiento por el daño moral ocasionado.
Zeppelin, responsable de Gran Hermano, también fue condenada a indemnizar con 1.000 euros a Carlota Prado por el daño moral causado al comunicarle a la víctima el delito de abuso sexual del que fue objeto. La sentencia señala que "las grabaciones se exhibieron a la víctima al mañana siguiente, en una sala aislada, donde Carlota se encontraba sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como Súper, sin preparación alguna de lo que se le iba a mostrar, sin asistencia previa acerca de lo que se le iba a mostrar y sin que ninguna cláusula contractual regulara el proceder en estas circunstancias".
Zeppelin intentó pactar con Carlota Prado pero ella se negó
Antes de que comenzase el proceso judicial, GH intentó frenar la polémica ofreciendo a Carlota Prado un pacto extrajudicial de 25.000 euros y desarrollo profesional, tal y como la propia joven contó en su cuenta oficial de Instagram. "No voy a escuchar la propuesta, al igual que tampoco quise escuchar la primera oferta de negociación hace meses. Mi integridad no está en venta", explicó entonces Prado, negándose de forma a aceptar un acuerdo con el que se pretendía cerrar el tema.
Mediaset echó balones fuera y dejó la responsabilidad en la productora
En el caso de Mediaset, la compañía se desvinculó por completo de la polémica, dejando que la responsabilidad recayese solo en la productora de Gran Hermano. En uno de los comunicados lanzados por el grupo se afirmó que Mediaset "no forma parte del caso ni ha sido llamada a declarar" en ningún momento.
Cuando saltó el escándalo, en noviembre de 2019, el grupo de comunicación se puso de perfil y ni siquiera pidió disculpas a Carlota Prado, como sí había hecho Zeppelin. Es más, centró toda su defensa en un ataque a Atresmedia, a quien acusó de "avivar" una "campaña de desprestigio" contra GH. Mediaset tuvo que rectificar esas afirmaciones un año después por orden judicial.