Bertín Osborne reaparece tras la muerte de su padre: "Hasta dos meses antes tenía la cabeza bien, se ha ido sin sufrir"

Bertín Osborne (69) vive momentos difíciles. El cantante se despidió de su padre, Enrique Ortiz López-Valdemoro, el pasado viernes. Lo hizo junto a sus hermanas, María Teresa, Marta y María del la Luz, y obedeciendo los deseos del conde de Donadío, que se negaba a irse haciendo demasiado ruido. Así, el presentador dio el último adiós a su padre, de 96 años, en el tanatorio de La Paz de Madrid y en la más estricta intimidad. Casi una semana después, ha reaparecido ante la prensa, a la que ha explicado cómo afronta esta dolorosa pérdida.

El artista ha retomado este miércoles sus compromisos profesionales y, sin ocultar su tristeza, ha hablado con los periodistas. "Es ley de vida. Ha vivido 96 años divinamente y se ha ido sin sufrir. Se ha quedado dormido y hasta dos meses antes tenía la cabeza perfecta. O sea que yo firmo, yo creo que firmamos todos", ha afirmado el ex de Fabiola Martínez, aclarando que "todo ha quedado bien": "Mis hermanas están tranquilas y estamos ahora arreglando cosas, como supongo que hacen todas las familias".

El cantante de rancheras se despidió de su progenitor lejos de los focos porque "él quería que fuese así". De hecho, se lo dejó "dicho y escrito". "No quería que avisaran a nadie", ha contado su hijo, que incineró a su padre en compañía de diez personas, las que en ese momento estaban cerca de Madrid. Entre ellas estuvo Fabiola Martínez, ya que "es de la familia". "Vino mi hija, la que estaba en Madrid. Las otras dos no estaban. Dos nietos y tres sobrinos", ha añadido el músico.

Ahora, como ha anunciado el presentador, él se convertirá en el próximo conde de Donadío porque es "el mayor". "Son las tradiciones que tenemos y que hay que mantener", ha afirmado, orgulloso del legado que le deja su padre. Enrique, VIII conde de Donadío de Casasola y VII conde de las Navas, nació en 1928 en el seno de una familia noble. Bertín, que vive entre Sevilla y Madrid, ha pasado más tiempo que de costumbre en la capital en los últimos tiempos para estar cerca de su progenitor.

El artista, que es el único varón entre cuatro hermanos, mantenía una relación especial con su padre, aunque no siempre fue así, hasta el punto de que en su adolescencia Enrique le echó de casa y él se mudó a Madrid con una de sus tías. En uno de los días más importantes de su vida, tampoco estuvo presente: "Dice que no le invité a mi boda, pero a los padres no hace falta invitarles", le confesó Bertín a Tamara Falcó en una de sus entrevistas.

Finalmente y afortunadamente para ambos, todas las aguas se calmaron con el paso del tiempo. En estos días difíciles, tanto Kike (17) como Carlos (16) son los grandes pilares de su padre, al igual que Alejandra (46), Eugenia (38) y Claudia (35). La madre de Bertín, María Teresa Osborne y Marenco, murió en 1991. Las noticias sobre el padre de Bertín llegan después de meses de tempestad mediática por el nacimiento del hijo del cantante con Gabriela Guillén, el séptimo para él.

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