Unas imágenes de Isabel Preysler bailando con un hombre, al que no ponemos nombre, durante una fiesta están siendo muy comentadas. La reina de corazones, al mismo tiempo, asegura vivir una época boyante: "Ahora puedo leer en la cama antes de dormir, no como antes. Estoy sola y encantada", ha dicho en El Mundo, donde también ha confesado que en el pasado no se sintió completamente libre y que comenzó a sentirse plenamente así a partir de su segundo matrimonio con Carlos Falcó, el padre de Tamara.
La socialité, que antes de Falcó estuvo casada con Julio Iglesias, se quedó viuda de Miguel Boyer en 2014 y en 2015 comenzó su relación con Mario Vargas Llosa, la misma que acabó como el rosario de la aurora ocho años después, cuando ella anunció la ruptura a través de Hola y llegó una ristra de declaraciones de un lado para otro. Mientras que ella habló de "celos infundados" y de una escena que lo cambió todo en Villa Meona, él sostuvo que los diferentes estilos de vida detonaron la relación.
Casi dos años después de la mediática rutpura, Isabel está feliz y "deshinibida", como así se ha mostrado en unas imágenes en las que aparece muy animada bailando como otro hombre y que han sido comentadas tanto por Susanna Griso como por Gema López en Espejo Público (Antena 3).
Con motivo de estas imágenes, han comentado algunos episodios no tan agradables como los años en los que, en referencia a Vargas Llosa y sus relaciones anteriores, fue acusada por tertulianos y periodistas de "romper matrimonios". Al respecto, Griso ha salido en su defensa: "Era una España muy machista que se enzarzó con ella, era la mala de la película para según quien", ha recordado. Y la presentadora ha sentenciado: "La sociedad era muy pacata y a ella se la machacó mucho, cogió miedo durante un tiempo a los periodistas y a los medios".
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