Con 35 años de carrera a las espaldas, no ha sido ni su primera entrevista ni será la única pero probablemente sí ha sido una de las más especiales. El pasado fin de semana, Penélope Cruz visitó a Jordi Sabaté, el youtuber enfermo de ELA que ha lanzado un podcast solidario, cuyos beneficios se destinan a la investigación contra la enfermedad que lo tiene postrado en una cama. La actriz ha cumplido su promesa y ha respondido a todas las preguntas del que ya considera su amigo: "Estoy muy feliz de estar aquí contigo por fin, nos conocíamos, pero es la primera vez que estamos juntos así de cerca. Es un día muy importante para mí, gracias por dejarme estar en tu casa".
Cruz ha confesado que no fue una niña fácil y que siempre estaba en las nubes: "Dicen que era un poco difícil, que me portaba bastante mal, sobre todo los primeros años, que era buena estudiante, aunque no estudiaba mucho. Me llamaban 'Antoñita la fantástica', pasaba bastante tiempo, una o dos horas cada noche, imaginando cosas para el futuro". Su adolescencia tampoco fue un camino de rosas para sus padres: "Tenía mucho pavo pero era muy responsable y quise compaginar los estudios con el baile. Bailaba clásico, bailé durante 18 años, y compaginaba con el teatro, hacía castings… Viví una crisis de agotamiento. Mi cuerpo y mi mente me dijeron que tenía que parar".
Penélope recuerda que tuvo que elegir entre la interpretación y el baile. La decisión es de sobra conocida por todos y no solo le dio una de las carreras más admiradas en el mundo de la interpretación española sino al amor de su vida: "Yo le conozco desde hace 33 años y él alucina cuando le digo: 'Cuando tú entraste en aquel cuarto en el que estábamos reunidos con gente de la película con gente de producción, yo ya sabía que íbamos a estar juntos, que íbamos a tener una familia". Fue durante la preparación de la película Jamón, jamón: "Yo en ese momento lo supe y no sé explicar por qué, . Simplemente lo sabes, es más fuerte que tú, que tus pensamientos. Yo dije: 'Aquí está la persona con la que voy a compartir mi vida".
La oscarizada actriz también ha elogiado a sus padres, cuya labor valora más que nunca después de convertirse en madre de dos, Leo y Luna: "Me tuvieron muy jóvenes. Tenían 21 años, tanto yo como mis hermanos, cuando tienes padres tan jóvenes te sientes un poco en deuda porque hay una parte de su juventud que nunca vivieron… Nos dieron todo en años en los que era mas difícil. No tenían una situación fácil para sacarnos adelante. Nos han enseñado valores muy importantes que intento inculcar a mis hijos". Y ha añadido: "Mi padre es una pena, se fue muy pronto y muy de repente a los 62 años. Y mi madre ahí sigue con mucha salud, con una cabeza impresionante. Es una fuerza de la naturaleza, es una mujer muy especial que espero presentarte".
Una tierna amistad
La relación entre Penélope y Jordi saltó a la palestra el pasado mes de febrero, cuando la actriz, invitada en El Hormiguero, recibió un mensaje del youtuber que la emocionó hasta las lágrimas: "Ha llegado a mi vida un ser impresionante que no me lo quito de la cabeza, Jordi Sabaté Pons. Empecé a hablar con él, nos hemos hecho amigos, aunque no nos hemos visto en persona. Él hace sus videos y te cuenta que no puede respirar, respira por un tubo, come por un tubo, no puede hablar, está tumbado, depende totalmente del cuidado de los otros. Puede mover los ojos y tiene los ojos más bonitos del mundo, transmiten esperanza y ganas de luchar", dijo entonces. "Empecé a hablar con él, nos hemos hecho amigos aunque no nos conocemos en persona pero iré a Barcelona para darle un abrazo".