No le gusta nada que lo llamen 'abuelo', pues le cuesta asumir esa etiqueta que lo hace sentirse mayor, pero lo cierto es que el aventurero leonés Jesús Calleja, de 59 años, tiene tres nietos a los que adora, uno por cada uno de sus hijos nepalís adoptados, Ganesh, Suresh y Sundari. Como prueba de lo mucho que se le cae la baba con los pequeños, a los que curiosamente les tiene prohibido llamarle abuelo y les hace usar su nombre de pila, Calleja ha presumido en sus redes de uno de Nyamgal, de 8 años, el hijo que Ganesh tiene fruto de su matrimonio con una leonesa.
Abrazado junto a él en el sofá de su casa, Calleja ha explicado en un reel que él y Ganesh -que trabaja con él en la productora- acaban de regresar tras estar tres meses fuera grabando la nueva temporada de Volando voy, y que el niño los ha echado tanto de menos que ahora sólo quiere mimos suyos y de su padre. "Os presento a Nyamgal, mi nieto", decía orgulloso Calleja, mientras el niño, dándole un beso, decía de Jesús: "Lo quiero muchísimo". "Le estoy enseñando todos los deportes que yo hago, ya está empezando a hacerlos, y va a ser un súper crack en todo", compartía el aventurero, que acompañaba la publicación de un texto en el que presumía: "Salió muy, pero que muy listo! Le voy a convertir en un aventurero! Los niños observan, copian y se motivan con la educación que reciben. Tiene la suerte de tener unos padres increíbles y yo aportaré mi granito de arena!", ha escrito antes de sorprender anunciando: "Hoy ascendió su primera montaña de 2.000 metros con su padre y conmigo… A sus 8 años se hizo partes de la ruta que requerían des escalada de hasta tercer grado!".


Seguro que sus nietos saldrán tan aventureros como él y como sus hijos, a los que conoció en Nepal. La historia de la primera adopción, la de Ganesh, siempre la ha calificado como una "carambola del destino". Calleja estuvo 16 años trabajando de guía de montaña en Nepal, y allí conoció a un chico que vivía en la calle y tenía tuberculosis. "Decidí hacerme cargo de él y llevármelo a España para curarlo. Al final lo adopté", confesaba Calleja hace tiempo en el programa de Bertín Osborne Mi casa es la tuya. Luego, el pequeño Ganesh, como recompensa por sus buenas notas, le pidió un deseo a Jesús: que también rescatara a su mejor amigo, que también estaba enfermo y se iba a morir. Así fue como Calleja regresó a Nepal y regresó con Suresh, para años más tarde traerse a su hermana Sundari y rescatarla de la indigencia. Hoy en día han formado una familia atípica, pero muy aventurera de la que Jesús presume sin cesar.