Victoria Federica contamina la saludable vida de su primo Pablo Urdangarin. Mientras la hija de Jaime Marichalar no ha terminado sus estudios y se mueve en un grupo muy selecto de influencers (aunque ella niegue serlo), Pablo esquiva con naturalidad la polémica del divorcio de sus padres y lleva con normalidad su vida. El joven está centrado en sus estudios, continúa triunfando en el balonmano y su relación con su novia Johanna Zott cada vez está más asentada.
Las diferencias son claras, pero a pesar de ello, ambos presumen en público de una bonita relación. Este sábado, Victoria Federica estuvo en Segovia y se desplazó hasta el polideportivo donde jugó su primo para animarle desde las gradas. Aunque la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin no asistieron al partido de balomano de su hijo, la hermana de Froilán no estuvo sola. Como suele ser habitual, la novia del joven Johanna Zott animó a Pablo desde las gradas. Asimismo, Victoria también disfrutó del partido de su primo con la ahijada de Felipe VI, Victoria López-Quesada, y el prometido de esta, Enrique Moreno de la Cova e Ybarra.
A su llegada al pabellón, Pablo encaró el duelo deportivo con la motivación necesaria para hacerse con el triunfo. Sin embargo, no desveló cómo se encontraba ni si acudirían más familiares para apoyarle desde la grada.
Horas más tarde y tras terminar el partido, el joven respondió con un contundente "todo bien" cuando se le preguntó por la firma del divorcio de sus padres. Pablo, muy prudente ante los medios, no contestó a las preguntas sobre la nueva vida de su padre Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia.
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