Faltan cuatro meses para el juicio del hijo de Rodolfo Sancho en Tailandia y las cosas se complican. Este jueves, Marcos García Montes ha señalado directamente a los letrados tailandeses que asesoraron a Daniel por su mala praxis. Tampoco se ha librado la policía, a la que critica haber filtrado información del caso a la prensa.
El abogado, contratado por el actor para defender a su hijo desde España, ha ofrecido unas contundentes declaraciones, las más rotundas hasta el momento, en las que explica uno de los primeros giros del caso: por qué solicitaron la sustitución de los dos primeros letrados tailandeses designados para defender a Daniel. "El primer abogado que tuvimos nos ocultó, por ejemplo, que tenía copias del procedimiento y no aconsejó nada bien a Daniel. El segundo, ni habló con nuestro cliente y salió de la primera reunión diciendo que iba a por la cadena perpetua". Están contentos con el tercer abogado, el que ahora mismo representa a su cliente: "Está trabajando honradamente, un abogado de oficio que comparte las tesis de España".
García Montes está seguro de que el asesinato de Edwin Arrieta no fue premeditado, como afirma la fiscalía tailandesa, y asegura que ellos mismos, con sus filtraciones, han dado las claves para defender el homicidio involuntario o accidental: "Hay tres puntos de inflexión en el caso. El día 21 de agosto, la policía, que continuamente ha estado filtrando secretos, filtra que ha habido una pelea y ahí se acabó la premeditación. Posteriormente, aparece el fiscal jefe de esa zona, que dice lo de la pelea y apunta que Daniel vendrá a España cuando cumpla un tercio de la pena. Luego aparece ese personaje que es Big Joke, que filtra a la prensa todo y nadie entiende que lleven a Daniel a cenar a un restaurante", ha dicho en Vamos a ver.
Unas declaraciones que no gustará a los tailandeses, muy molestos con los medios y expertos españoles por poner en tela de juicio sus procedimientos. Por ejemplo, no haber protegido el lugar del crimen o no ofrecer a Daniel un traductor durante el interrogatorio: "Eso es impensable en España". El propio Rodolfo Sancho y sus representantes pidieron más discreción a la prensa: "Todo esto va a perjudicar a Daniel. En Tailandia se trabaja así y hay que respetarlo", decía Carmen Balfagón.
García Montes, sin embargo, afronta el juicio con tranquilidad: "Nosotros examinamos todas las pruebas del fiscal y está claro que no hay premeditación, solo un homicidio imprudente que sería condenado con ocho o diez años según el código penal de Tailandia", ha asegurado. "Creemos en este tribunal y la justicia nos lleva a un homicidio imprudente o a una relación causal de este accidente".
