"Estamos tranquilas", han sido las palabras de Carmen Borrego este lunes 4 de septiembre a primera hora de la mañana. Su madre, María Teresa Campos (82 años) ha sido ingresada este domingo en el Hospital Universitario Fundación Jiménez por "un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda, con pronóstico reservado dentro de la gravedad". Carmen, la pequeña de las hermanas, ha llegado al centro médico en torno a las nueve de la mañana.
Con un rostro compungido, a pesar de ocultar su mirada con unas gafas de sol negras, Borrego ha acudido al hospital para acompañar a su madre en estas horas tan delicadas. Ha aparecido junto con su hija Carmen y ha declarado ante los medios de comunicación que "estamos tranquilas".
Lejos de proporcionar más detalles a la prensa, la pequeña de las Campos ha optado por mantener en rigurosa privacidad cómo ha pasado la noche María Teresa. Sin embargo, sí ha agradecido a los medios de comunicación su preocupación por el estado de salud de su madre.
Por su parte, Terelu; que ha sido fotografiada seria, reflexiva y callada; ha abandonado la Fundación Jiménez Díaz (Madrid) a primera hora de la mañana. La presentadora, igual que su hermana, escondía la mirada con unas gafas de sol.
El comunicado emitido por la Fundación Jiménez
El comunicado emitido por la Fundación Jiménez Díaz confirmaba que la presentadora de televisión había ingresado "debido a un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda" y que su pronóstico era "reservado, dentro la gravedad". La nota del hospital, emitida a petición de Terelu Campos y Carmen Borrego, no añadía más detalles pero una persona que ha estado esta tarde en la Fundación Jiménez Díaz explica en medio de la emoción, que estamos ante "momentos muy difíciles" por la "extrema gravedad" de la paciente y avisa de que "la familia se prepara para la peor de las noticias".
La presencia de sus hijas, su máxima persona de confianza, Gustavo; y otros amigos de la familia, como Belén Ro, Rocío Carrasco y Fidel Albiac, además de otros familiares llegados de Málaga, y sobre todo, las caras de todos ellos y sus silencios, dan a entender que el estado de María Teresa es extremadamente grave. La gran comunicadora lleva un tiempo alejada de los focos por un deterioro cognitivo importante, tal y como sus propias hijas han contado.