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Rodolfo Sancho ya está en Tailandia y solicita ver a su hijo en prisión: los próximos pasos del actor

El protagonista de Mar de plástico ha aterrizado este martes en Tailandia, donde su hijo Daniel ha confesado ser el autor del asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Rodolfo y la madre de su hijo cogieron el primer vuelo desde Madrid cuando recibieron la noticia y ya están en Tailandia para acompañar a Daniel en estos momentos complicados, según Telecinco.

Oficialmente no podrán verlo hasta el próximo día 17 de agosto, pues el protocolo anti-covid obliga a Daniel a mantener aislamiento en la prisión de Koh Samui en la que ingresó este miércoles durante 10 días. En este tiempo solo podría entrevistarse con su abogado, Khun Anan, un experto penalista tailandés al que ha conocido este martes.

No obstante, Rodolfo y Silvia tienen la esperanza de poder agilizar los trámites y ya han solicitado formalmente y a través del abogado visitar a Daniel en la prisión. "Rodolfo tendrá que pedir permiso a la provincia de Su Ra Kan, pero parece que en unos días no va a poder verle porque la policía sigue buscando evidencias", ha dicho el periodista Jean Pierre Mestaza, afincado en el Sudeste Asiático desde hace años. "Pero esto es Tailandia y aquí hay mucho soborno. Hay veces que los amigos y familiares incluso pueden llevar más comida o agua de lo que les dan en la cárcel".

Un crimen atroz

Recordemos que Daniel Sancho, hijo de Rodolfo y nieto del recordado Sancho Gracia, confesó ser el autor del asesinato y desmembramiento del cirujano plástico Edwin Arrieta: "Yo lo maté, pero era su rehén. Me tenía en una jaula de cristal, pero era una jaula. Estaba desesperado", habría dicho a la policía durante el interrogatorio. Según su versión, publicada por la prensa tailandesa, Edwin quería mantener relaciones sexuales con él y, ante su negativa, le amenazó con publicar unas fotografías íntimas para provocar un escándalo en España y hundir la reputación de su familia. Sancho habría matado a Edwin de dos puñetazos y una hora después, habría descuartizado su cuerpo en 14 trozos que repartió entre el mar y varios basureros.

Los expertos penalistas, criminólogos e investigadores españoles, sin embargo, apuntan a la confusión y la incoherencia en todo lo sucedido: "Aquí hay gato encerrado. No cuadran las versiones, las supuestas pruebas no están siendo custodiadas, le permiten al acusado tener móvil y le sacan a cenar a restaurantes caros... Esto es Tailandia, no hay garantías de nada".

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