Supervivientes pasa factura. No solo por la dura convivencia, sino también por la ingesta minúscula de comida durante más de tres meses.
Violeta Mangriñan, Melyssa Pinto y, ahora también, Adara Molinero. Ya son varias las concursantes que, tras abandonar el agua cristalina y la arena blanca de Cayos Cochinos, sufren dolor abdominal.
Desde que dijo adiós al paraíso, la que fue ganadora de Gran Hermano VIP ha reconocido en redes que sufre atracones de comida y, por ende, un intenso dolor e hinchazón después de comer.
"Hoy ya notaba que mi estómago me decía no puedo más, para. He sentido pinchazos. Una auténtica locura. Incluso estoy un poquito asustada", ha confesado a sus seguidores de Instagram.
Asimismo, la ya novia de Bosco Martínez-Bordiú, ganador de esta última edición, ha añadido en redes:"Mi estómago está pidiendo a gritos que pare, así que ya estoy haciendo a dieta que me ha mandado la nutricionista. Solo quiero sentirme bien, que me deje de doler y se me quite el hinchazón".
Tras varias semanas de desliz en su rutina por el viaje con Bosco, Alma Bollo y Jonan Wiergo, Adara Molinero ha decidido cuidar más su alimentación, así como continuar con las pruebas médicas, con el objetivo de resolver sus problemas digestivos.
El efecto rebote
El conocido 'efecto rebote' está generando en Adara que engorde este mes post concurso más kilos de los que ha perdido durante el programa. "El efecto rebote está siendo importante. Peso más que nunca y quiero frenarme un poco, más que nada para que mi estómago no siga sufriendo... y no puedo", reveló en redes a la salida del concurso.
La ex de Rodri Fuertes se marchó de España con una bacteria en el estómago, que le impidió adelgazar tanto como sus compañeros durante su paso por el programa. Su intención al abandonar la isla era cuidarse para mejorar su problema gastrointestinal, pero su mente no se lo permite.