Según últimas informaciones, a Gabriela Guillén -novia de Bertín Osborne y desde el martes mucho más famosa por su anuncio de embarazo donde el padre es el cantante de rancheras-, se le habría visto entrar este mismo jueves en el despacho de un conocido representante de celebrities donde ha estado reunida durante al menos dos horas.
Este hecho contrastado que se ha dado a conocer en Antena 3, pone de manifiesto un comportamiento incoherente en la novia de Bertín, sobre todo si el contrato que finalmente ha firmado con dicho representante es, básicamente, para dar entrevistas en televisión o exclusivas en prensa a cambio de razonables cantidades de dinero.
La gran contradicción es incontestable cuando las últimas noticias de Semana explican que el presentador y la fisioterapeuta pactaron que ninguno de los dos se pronunciarían públicamente sobre el ya mediático embarazo. Fuentes cercanas a la revista han explicado que ella "ahora está flipando" con todo lo que Bertín ha largado. Y es que él no estaría siguiendo los pasos que ambos, de manera conjunta, habrían dictaminado supuestamente en un primer momento.
La que está dando los pasos ahora es ella. Desde luego, el primero en saltarse dicho 'acuerdo de silencio' ha sido él, pero para después también saltárselo la modelo ocasional al puntualizar ante la prensa que lo sucedido "es una sorpresa, pero no un accidente", tal y como el empresario explicó en sus primeras declaraciones. Y ahora, si es cierta esta toma de contacto de Gabriela con un manager de famosos, pronto podríamos verla por los platós haciendo honor a la última parte de esta declaración suya de esta semana: "No quiero ser personaje público, no quiero hablar y lo que tenga que aclarar, si es que hay algo que aclarar, lo aclararé en su día".
