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Analizamos los vestidos de Tamara Falcó en su boda: el de fiesta, nuestro favorito

Tamara Falcó e Íñigo Onieva oficializaron el 'sí, quiero' este sábado en El Rincón, un magnífico palacio que durante mucho tiempo fue el hogar del padre de la marquesa de Griñón, el desaparecido Carlos Falcó. Y como no podía ser de otra manera, en este día tan esperado, todo estaba cuidado al mínimo detalle. También en lo económico, pues por su exclusiva pasada por caja ha cobrado no menos de medio millón de euros.

Uno, dos y hasta tres vestidos. La hija de Isabel Preysler soñaba con caminar de blanco hacia el altar. Ni las supuestas infelicidades de su ya marido, ni el robo de las exclusivas joyas de algunas invitadas han conseguido que la marquesa de Griñón echara el freno de mano y no luciera sus tres vestidos confeccionados a propósito para su gran día. Los tres de Carolina Herrera, la firma en la que encontró consuelo tras el encontronazo con Sophie et Voilà apenas dos meses antes de la ceremonia. 

Uno para cada ocasión. Mientras se preparaba, Tamara llevó un vestido estilo 'túnica' con escote en pico y mangas tres cuartos. Demasiado sencillo e insulso a nuestro gusto, pero más que suficiente para una 'simple' preparación. Aquí ya lucía la tiara cargada de gran valor sentimental para ella y la familia Falcó: la llevó su abuela Hilda y en 1999 Amparo Corsini, la mujer de su hermano mayor, Manuel Falcó, que ejerció de padrino y acompañó a Tamara hasta el altar. 

Para sellar su compromiso con Íñigo Onieva, Tamara se decantó por un vestido de inspiración medieval con un cuello barco, mangas francesas, un escote -para los más observadores- algo asimétrico y unos bordados y pedrería de cristal, que recorren el vestido, cosidos a mano. El velo que eligió la marquesa de Griñón era de cuatro metros de largo en tul. De acorde con el estilo floral del vestido, el ramo era pequeño y sobrio confeccionado con muguet, una flor que simboliza la felicidad eterna. 

En nuestra opinión, la hermana de Julio José se decantó por un diseño elegante y sofisticado, que sin embargo no es demasiado acorde a la época veraniega en la que ya nos encontramos de lleno. Este sábado, en Madrid, las temperaturas superaban ampliamente los 30 grados. Además, para este día tan especial, esperábamos algo más arriesgado en la hija de la reina corazones. Algo así como el que lució su hermana Ana Boyer en su boda con Fernando Verdasco en diciembre de 2017. Estaba realmente espectacular con un vestido romántico con pedrería de cristal y escote corazón, firmado por Pronovias.

Casi a media noche, Falcó se cambió de vestido. Para saludar a todos los invitados, entregar hasta ocho ramos de novia y comenzar con la fiesta, Tami apostó por un vestido de tela de organza sin cola, encorsetado y con un gran lazo en la parte central. Con el objetivo de darle un plus de versatilidad al look, Tamara se deshizo el moño y fue en coleta. Un look todoterrero para disfrutar de su gran noche. De los tres, en nuestra opinión, el más ideal, acertado y acorde de todos. 

Sea como sea, la hermana de Enrique Iglesias ya se ha casado con el ingeniero madrileño. A la boda acudieron más de 400 invitados. Tenemos tema para largo...

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