Pese a que ha sido dada de alta del hospital este jueves, Madonna, de 64 años, continúa luchando contra la "grave infección bacteriana" que le obligó a ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de Nueva York el pasado sábado, 24 de junio.
Un familiar de la artista ha desvelado a Page Six que las últimas horas en casa están siendo muy complicadas. "Ha estado vomitando incontrolablemente y está postrada en cama", cuenta.
La familia de la intérprete de Vogue cree que este bache en su salud se debe a "su extrema agenda de entrenamientos" para su gira Celebration Tour, que arrancaba el próximo 15 de julio en Vancouver y que ahora ha sido pospuesta hasta nueva orden tras su ingreso.
"Madonna había estado ensayando durante semanas y dedicando jornadas de 12 horas a la preparación", explica la misma fuente al citado medio. Sin embargo, otra persona de su entorno asegura a TMZ que la cantante "había estado luchando contra una fiebre durante un mes", pero "no acudió al médico porque estaba centrada en su próxima gira".
Los seres queridos de la reina del pop han prohibido que se hable de su gira estos días, en un esfuerzo por disminuir su estrés. "Todo, incluida la gira, está pasando a un segundo plano y nadie puede mencionar nada relacionado con el trabajo a su alrededor porque se volvería loca".