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Ana Soria y Enrique Ponce se presentan en 'El Hormiguero' como víctimas e ignoran a Paloma Cuevas

Enamorados y decididos a plantar cara a todos sus detractores. Así han aparecido Enrique Ponce y Ana Soria en El Hormiguero, donde han concedido su primera entrevista juntos. El primero en hablar ha sido el diestro, toda una declaración de amor: "Ana es la persona de la que estoy locamente enamorado".

Han sido unos treinta minutos de entrevista amable en la que ambos han disparado contra la prensa y la "gente" que los ha "calumniado y maltratado" durante estos tres años. Ni una sola referencia a Paloma Cuevas, la ex mujer de Ponce, a la que el diestro dejó por la joven veinteañera tras dos décadas de matrimonio y dos hijas en común. Unas circunstancias a tener en cuenta para entender por qué su romance generó tanta polvareda mediática y tantas críticas. Ana ha defendido lo suyo sin más: "Tenía ganas de que me conocieran porque hay mucha gente que me ha dado mucha caña, hablan de mí sin conocerme. Cuando me enamoro de él paso a ser alguien conocida sin que pueda elegir. Llevamos tres años aguantando muchas cosas que duelen y tenía ganas de que la gente viera que soy una chica normal, con sentimientos y me juzguen por lo que salga de mi boca hoy aquí", ha dicho. 

Tampoco han hablado de fechas, porque ellos siempre han mantenido que su noviazgo comenzó después de la separación entre Ponce y Cuevas, algo que desmienten desde el propio entorno de Ana Soria. En cualquier caso, así han relatado los comienzos de su historia de amor: "Yo fui a torear a Almería y la vi en el tendido. Ella se dio cuenta. Le pregunté a un amigo por ella y me salió la faena redonda", ha dicho Ponce entre risas. "Yo me di cuenta que me miraba y me daba como vergüenza, pero en un momento se cruzaron las miradas y yo sentí un flechazo. Nuestra primera cita fue una cena en un reservado y él no paraba de decirme que su hermana era abogada. Yo estaba muy nerviosa. El corazón a mil. Antes de eso habíamos estado hablando por teléfono mucho".

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A pesar de las circunstancias que mencionábamos (Ponce llevaba casado veinte años y tenía dos hijas, como hemos explicado), ninguno de los dos imaginó que su relación generaría tanta polémica y expectación: "Hay una parte de la prensa que nos ha maltratado mucho, hemos sido personajes, no personas. No estábamos preparados para gestionar eso y me apoyé mucho en él. He ido a terapia, porque la situación me estaba afectando mucho y no tenía las herramientas para gestionarlo", ha contado Ana. "Él me ha enseñado a relativizarlo mucho porque todo le da igual y a darme cuenta de que ninguno de los que hablaban sobre mí me conocían de verdad. El colmo de la mala leche fue una noticia falsa que decía que me habían echado, abucheada, de la plaza de toros de Granada. No era cierto. Le vi en su primer toro y abandoné la plaza porque tenía mucho miedo viéndole jugarse la vida". Ponce ha añadido: "Yo no daba crédito y mira que he visto barbaridades en mi vida".

Ana ha aprovechado para aclarar que no es influencer ni lo pretende: "Yo solo tengo una cuenta con mis seguidores, nada más". Ha retomado sus estudios de Derecho, que tuvo que dejar por su estado anímico: "Lloraba delante de los apuntes. Me gustaría tenerla ya pero me vi en una situación complicada y ha habido un par de años que no podía con los estudios. Ahora estoy a tope y me queda nada. Mis padres son abogados los dos y siempre supe que me dedicaría a esto". 

La diferencia de edad

"El amor no se piensa, es algo que se siente, y lo que no es un impedimento para nosotros no debería serlo para nadie más. Él es mucho más activo, es el que tira de mí. El amor es libre y cada uno debería enamorarse de quien quisiera", ha dicho Ana, 27 años más joven que el torero. "La edad es un número solamente", ha añadido Ponce. "La edad está en la cabeza, en el espíritu, en el ánimo". Ambos afirman que esta cuestión solo les ha dado más fuerza para seguir adelante.

Sí han admitido que darle la noticia a los padres de Ana no fue una tarea fácil: "Ellos se lo tomaron bien pero tuvieron 24 horas... Necesitaban conocerlo a él, ahora le adoran", ha desvelado Ana. "Esa primera vez fue un poco chocante pero después han sido ejemplares y me han ayudado mucho, me han dado mucho cariño y les estoy muy agradecido".

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También han hablado sobre la retirada de Ponce de los ruedos: "Quiero aclarar que ella me entiende y me apoya siempre. Llegaron a culparla a ella de mi decisión y para nada fue así. Yo llevaba rumiándolo un tiempo, eran muchos años seguidos, muchas corridas, muchos hoteles, muchos viajes... Y tenía la necesidad de parar". Ponce, de 51 años, ha recordado algunos de sus momentos más duros en el ruedo: "He tenido varias cornadas muy duras. Ahora no pienso en torear, he tenido ofertas pero no volveré a hacer una gira grande". De momento, el ex de Paloma Cuevas se quita el gusanillo capeando becerras con su chica: "Yo siento un profundo respeto ante cualquiera que se pone delante de un animal así. Yo no sé torear, solo doy algún pase, aunque tengo buen maestro. La sensación es bonita", ha dicho ella.

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