Tres camiones de hortensias, 26 invitados seleccionados, emotivos discursos y regalos de más de 50.000 euros: un reloj para el novio y una pulsera de diseño exclusivo para la novia. La fiesta de petición de mano de Tamara Falcó e Iñigo Onieva el pasado sábado fue todo un éxito pero los principales implicados tuvieron sus más y sus menos unos días antes. ¿El motivo? La exclusiva.
La misma revista que mostrará la boda de la marquesa de Griñón y el relaciones públicas quería cubrir también esta fiesta de postín. Sin embargo, Tamara se negó en el último momento y lo hizo por una buena razón: la súplica de la familia Onieva. Según El programa de Ana Rosa, respetan las actividades mediáticas de Falcó pero no quieren formar parte de ellas y han llegado a un acuerdo fifty-fifty en cuanto a los reportajes de los próximos acontecimientos.
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Obviamente, la exclusiva de la boda no era negociable: Tamara sueña con ese día desde que era niña y quiere compartirlo con el mundo entero, por no hablar de la pasta que le ofrecen. Sin embargo, y por respeto a la que será su familia política el próximo mes de julio, renunció al reportaje de la petición de mano. También llegaron al acuerdo de no compartir ninguna información ni imagen a través de las redes sociales. Suegra contenta, novia contenta.