El monarca ha aterrizado este jueves en la isla balear, donde este viernes arranca su agenda oficial con una audiencia a las principales autoridades en el Palacio de la Almudaina. Lo ha hecho sin doña Letizia y sin las niñas, cuya llegada está prevista para el sábado, y se ha dirigido directamente a Marivent, donde le esperaban sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, y su madre, doña Sofía.
Madre e hijas se instalaron en Mallorca el pasado martes, acompañadas de Froilán, Victoria, Pablo y Miguel. Su llegada fue tan discreta como la de don Felipe (no hay ni una sola imagen del momento) y su estancia, por el momento, también, pues a excepción de una salida nocturna de los cuatro primos al Club Náutico Calanova, no se les ha visto el pelo.
Según Vanitatis, el encuentro con don Felipe este jueves se ha producido en la intimidad a pesar de la expectación que levantaba, pues es conocido el distanciamiento del soberano con sus hermanas, especialmente con Cristina, a la que no ve (al menos que se sepa) desde las pasadas Navidades, cuando ella viajó a Zarzuela para hablar sobre los detalles de su separación de Iñaki Urdangarin. De hecho, ella fue la gran ausente en el último encuentro familiar en el mes de mayo, cuando Don Juan Carlos regresó a Madrid tras dos años de exilio en Abu Dabi.
No se sabe cuánto tiempo permanecerán Elena, Cristina y compañía en Mallorca ni cuánto podrán disfrutar junto a su hermano, pues la llegada de doña Letizia está prevista para el sábado (ella acudirá a la gala de clausura de Atlántida Film Fest) y no es probable que coincidan.
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