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Las idas y venidas de Pedro Sánchez de La Mareta, donde veranea con Begoña Gómez, para atender la preocupación por los incendios
- El presidente del Gobierno paralizó su estancia en Lanzarote este fin de semana para hacer una visita a Ourense y a Villablino, regiones afectadas por las llamas
- Pedro Sánchez y Begoña Gómez inician sus vacaciones en La Mareta y piden un refuerzo extraordinario de seguridad en Lanzarote
Informalia
Los incendios que asolan el país se han cobrado en lo que llevamos de verano cuatro víctimas mortales, la última, este domingo por la noche, con el fallecimiento de un bombero durante las labores de extinción del incendio de Yeres. Por el momento, 40 fuegos activos arrasan Cáceres, Ourense y Castilla y León; la línea de alta velocidad entre Madrid y Galicia sigue suspendida por quinto día consecutivo y el daño material y emocional de los vecinos tardará en repararse. El panorama es, desde luego, desolador, motivo por el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interrumpió este fin de semana sus vacaciones para acudir al centro de mando de Ourense y hacer una visita también a la zona afectada por el incendio en Villablino (León). Luego, regresó al Palacio de Mareta, la exclusiva residencia de Patrimonio Nacional ubicada en Costa Teguise, al este de Lanzarote.
El Palacio de la Mareta es una bonita residencia de Patrimonio Nacional que regaló el rey Hussein de Jordania a Don Juan Carlos a finales de los 80 y que cada presidente del Gobierno ha podido aprovechar de una manera diferente. En el caso del líder del Ejecutivo, atrás han quedado los veranos en los que este podía salir como si nada. Los lanzaroteños lo veían pasear por los mercadillos con su mujer, ataviado con una boina, camisa de palmeras y pantalones cortos, haciéndose fotos y charlando amigablemente. El político también aprovechaba para verse fuera del Palacio con amigos, como el presentador Jesús Calleja, en las elecciones de 2023. Sin embargo, este año será diferente. La catástrofe medioambiental de los incendios tras episodios como la DANA y los escándalos de corrupción de la cúpula del PSOE han dejado mella en el presidente, que, atento ahora al avance del fuego, encara un verano atípico.
Como contamos hace unos días, junto a él no solo está su familia, también se encuentra su equipo de seguridad, así como una unidad del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil. La propia Presidencia del Gobierno ha defendido en ocasiones anteriores que estos periodos de descanso no implican una desconexión absoluta, ya que Sánchez mantiene contacto constante con su equipo y retoma su actividad oficial si la coyuntura lo exigen, como en este caso. Por el momento, ha propuesto un Pacto de Estado para la mitigación y adaptación a la Emergencia Climática del país.
Cabe decir que el presidente no es la única autoridad que estos días ha modificado su agenda. El rey Felipe VI también ha interrumpido sus vacaciones familiares en Grecia para implicarse en la respuesta a los incendios. El monarca se puso el uniforme militar este pasado domingo para desplazarse hasta el Cuartel General de la UME, en la Base Aérea de Torrejón, donde recibió de primera mano la última información sobre el despliegue de efectivos militares y la reorganización de las labores de extinción.
La Mareta
La Mareta cuenta con diez bungalows independientes, dos piscinas, amplios jardines con vegetación autóctona, un lago ornamental y hasta un helipuerto. Todo ello distribuido en una superficie de más de 30.000 metros cuadrados. El espacio edificado, de unos 1.900 metros, alberga estancias de gran confort y zonas pensadas para preservar la intimidad de sus ocupantes.
El mantenimiento mensual de La Mareta ronda los 10.000 euros, una cifra que se justifica en parte por su singularidad arquitectónica y el esfuerzo por preservar el diseño original de Manrique. La finca se ha utilizado también como instrumento diplomático y ha recibido visitas institucionales de otros mandatarios europeos. El presidente tenía previsto alargar su estancia en el lugar hasta el 25 de agosto, aunque la situación, tal y como se ha comprobado estos días, podría cambiar.