El ejercicio físico reduce el estrés, por eso, las vacaciones perfectas son una combinación de acción y relajación. Y si a ello le sumas la palabra clave, playa, entonces no querrás volver nunca al trabajo. Entrenar sin paredes, en un espacio abierto y con aire fresco tiene efectos muy positivos. El oxígeno fresco lleva a liberar las hormonas de la felicidad y estimula tu sistema inmunitario.
La playa es un paraíso para el bronceado que convertirás en tu nuevo gimnasio cuando conozcas sus beneficios. Según la marca de deporte y estilo de vida Freeletics, correr por la orilla de la playa o ejercitarse en un parque junto al paseo marítimo permite estar mucho más motivado, vivo y con una mentalidad más fuerte. ¿Se puede pedir más? Esta es la nueva fórmula de la felicidad: vacaciones + playa.
2x1: estar en forma y bronceado.
Este es el resultado de la mezcla de playa y entrenamiento. Aquí enumeramos las ventajas que tiene practicar deporte a orillas del mar:
-Al cambiar el escenario de entrenamiento habitual, éste no te parecerá aburrido o repetitivo. Disfrutar de un bonito paisaje hará que especialmente las carreras de distancia no se conviertan en tediosas.
- El trabajo de los músculos será superior ya que la resistencia que nos opone la arena es mayor que otro tipo de superficies. Tu tren inferior será el principal beneficiario de tu entrenamiento en la playa.
- Entrenar al aire libre aumenta tu motivación y te permite interactuar con otros atletas que también han elegido la playa como espacio para realizar sus workouts.
- Si practicas running, tienes que saber que es muy sano para tus pies tener diferentes tipos de superficies sobre las que correr y puedes experimentar mucho más cuando corres si no estás atascado en una cinta. Correr fuera también provoca un movimiento mucho más natural y la forma de correr es mejor que en una cinta, así que también estarás haciendo un gran favor a tu cuerpo al elegir la playa como pista para tus carreras.
- Sin límites, sin exigencias. Estás de vacaciones, los límites los pones tú. La playa puede ser el escenario ideal para un completo entrenamiento utilizando únicamente el propio peso del cuerpo. Por ejemplo, al amanecer. Y es que las vacaciones son recuerdos, fabricarlos está en tu mano.
Puedes, además, buscar otras actividades complementarias que te aporten un subidón de adrenalina, como encontrar una ruta impresionante en la isla y salir a correr escuchando una playlist legendaria.
