El paso del tiempo pesa sobre los hombros de las mujeres desde siempre. Aquel antiguo ideal, absolutamente utópico y antinatural, que reza que las arrugas, la piel menos tersa o incluso las canas deciden tu belleza está siendo contraatacado poco a poco. Y es que, que los signos de envejecimiento son una muestra de que seguimos vivos, y no nada de lo que avergonzarse, es cada vez más el mantra de muchas personas, que saben que sentirse bien depende de otra cosa. Sharon Stone es el perfecto ejemplo de todo esto, y muestra en su última aparición que el pintalabios rojo también es para las mujeres de más de 60 años.
La icónica actriz, de 66 años, deslumbró en una gala benéfica de la Asociación Americana del Corazón, donde además de contribuir a esta causa, dio una lección de estilo -una vez más-. El protocolo del evento consistía en que los estilismos fueran de color rojo, y así lo hizo la protagonista de Instinto básico, que eligió dos tonos de rojo para sus diferentes, y acertados, looks.

El primer estilismo consitió en un mono rojo bermellón con acabados brillantes, que se componía de un pantalón fluido ancho y una parte de arriba que imitaba a una estructurada blazer con solapas, que se ajustaba en la zona de la cintura para estilizar su figura. La actriz combinó este llamativo look con un labial del mismo tono y que también tenía algo de brillo.

Más tarde, ya sobre el escenario, Sharon realizaba un cambio de look y elegía un vestido burdeos que también estaba adornado con brillantes, con cuello alto elástico, una sensual abertura en la pierna y manga larga. En esta ocasión siguió el mismo ritual, y acompañó este vestido con un labial del mismo color y de un tono más mate que el anterior.

Aunque el pintalabios rojo esté ligado a un mal momento económico (la conocida como teoría de The lipstick effect), que explica el motivo por el cual crecen las ventas de los artículos de cosmética en las épocas de recesión o crisis, y especialmente los más caros, este labial también es un signo de autoestima y de seguridad, tal y como demostró la mítica actriz, que sabe llevarlo mejor que nadie.