Sesenta mil personas pidieron a la firma deportiva que prescindiera de la imagen del rapero tras sus últimos comentarios antisemitas y ultraderechistas. Adidas se une a la larga lista de marcas que cancelan sus acuerdos comerciales con Kanye West, ex marido de Kim Kardashian, tras la retirada de Balenciaga y Vogue el pasado viernes y la de Gap este lunes por el mismo motivo.
La empresa deportiva alemana tenía un acuerdo multimillonario con el músico para el desarrollo de la línea Yeezy desde 2013. El rapero alardeaba de su poder sobre ellos hace unos días: "Puedo decir cosas antisemitas y Adidas no me puede echar". Falso. Adidas ha comunicado este martes que no volverá a comercializar la marca de West en sus establecimientos ni su tienda online. "No toleraremos discurso de odio antisemita o de ningún otro tipo", ha comunicado la marca, que perderá unos ingresos de 250 millones de dólares este año tras tomar la decisión. "Sus comentarios inaceptables, odiosos y peligrosos. West ha violado los valores de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad de la compañía".
Las tiranteces entre Adidas y West se remontan al mes de agosto, cuando el amigo de Donald Trump insultó a la firma y la posibilidad de cancelar su acuerdo se puso sobre la mesa: "Que te jodan Adidas. Yo soy Adidas. Adidas violó y robó mis diseños", respondió el artista en redes sociales. Los alemanes, para los que Yeezy supone unas ventas de entre mil y mil quinientos millones al año, hicieron de tripas corazón para continuar vinculados a la estrella, pero la presión de los usuarios y la retirada de otras marcas les han dejado sin opciones.
Las declaraciones de West en el podcast Drink Camps no han dejado indiferente a nadie: "Los judíos controlan los medios de comunicación y son los dueños del voto negro en Estados Unidos, porque los afroamericanos famosos tiene que tener un manager judío, o están en un equipo de baloncesto judío, o hacen una película para una plataforma judía como Disney". No es, desde luego, la primera polémica de West: en septiembre afirmó que Bernard Arnault, tercer hombre más rico del mundo, había asesinado al diseñador Virgil Abloh.