MADRID, 4 (CHANCE) El pasado fin de semana la familia Janeiro-Trapote al completo se fue de celebración con motivo del bautizo del pequeño Víctor Janeiro Trapote y con una ausente muy destacada, su prima Andrea Janeiro, Andreíta cariñosamente. El hijo del diestro y la periodista recibió su primer sacramento en la iglesia de la Urbanización de El Bosque en Jerez de la Frontera donde estuvo rodeado por todos sus familiares y seres queridos que no se quisieron perder un día tan importante para la familia.
MADRID, 4 (CHANCE)
El pasado fin de semana la familia Janeiro-Trapote al completo se fue de celebración con motivo del bautizo del pequeño Víctor Janeiro Trapote y con una ausente muy destacada, su prima Andrea Janeiro, Andreíta cariñosamente. El hijo del diestro y la periodista recibió su primer sacramento en la iglesia de la Urbanización de El Bosque en Jerez de la Frontera donde estuvo rodeado por todos sus familiares y seres queridos que no se quisieron perder un día tan importante para la familia.
VÍCTOR JANEIRO Y BEATRIZ TRAPOTE BAUTIZAN A SU PRIMER HIJO, VÍCTOR
Sin duda la principal ausente en la celebración familiar fue Andrea Janeiro Esteban que, a pesar de estar invitada por la mayoría de los miembros de su familia paterna como la propia Beatriz Trapote, decidió no acudir al bautizo de su primo pequeño. El hijo de Víctor y Beatriz llegó a este mundo el pasado 4 de diciembre en el Hospital Jerez Puerta del Sur colmando de felicidad a la pareja que esperaba la llegada del pequeño con la mayor de las ilusiones.
Los que sí que acudieron a la celebración fueron Jesulín de Ubrique acompañado de su mujer, María José Campanario y sus dos hijos, la abuela del pequeño, Carmen Bazán y sus tíos Humberto y Carmen Janeiro entre muchos otros invitados amigos de la pareja como Tamara Gorro que no dudó en publicar una foto con la pareja y el pequeño en su cuenta de Instagram.
LA PRINCIPAL AUSENTE EN LA CELEBRACIÓN FUE ANDREÍTA JANEIRO
Tras la ceremonia, todos los invitados pasaron a disfrutar del banquete que tuvo lugar en uno de los restaurantes de la misma finca en la que estaba situada la iglesia y donde seguramente todos pudieron disfrutar de buen ambiente y mucha diversión, a lo que ya nos tiene acostumbrados la familia Janeiro. Sin duda los más felices fueron los papás del pequeño que no dudaron en reconocer que era un momento que habían estado esperando durante muchos años.
Los padrinos del niño fueron los padres de Beatriz, mientras que los testigos fueron el hermano y la madre del orggulloso padre. El pequeño, de apenas 5 meses se portó fenomenal y en palabras de sus padres "no lloró nada".