La mujer del rey Felipe VI vuelve a encandilar a todos por segunda noche consecutiva, con un look que no ha pasado desapercibido. Apostando por los tonos azules, la reina acaparó todas las miradas con sus joyas y en concreto con sus impresionantes pendientes.
En su segundo día en Reino Unido, los Reyes han asistido a la segunda cena de gala, esta vez junto al alcalde y la plana mayor de la City of London, Andrew Parmley y su mujer, Wendy Parmley. Para esta ocasión, como no es de extrañar, doña Letizia ha vuelto a deslumbrar. Tras triunfar el día anterior en la cena en Buckingham con un vestido rojo de Varela, el outfit de la Reina ha vuelto a ser un éxito.
Letizia ha estrenado un vestido azul oscuro de Carolina Herrera, con escote asimétrico y ligero drapeado en la zona central y de corte recto, que se ajustaba perfectamente a su figura. La esposa del Rey ha completado su estilismo con unos zapatos peep toes en azul marino y clutch de Varela.
Huyendo de encajes y pedrerías en su vestido, la Reina ha querido dar todo el protagonismo a las impresionantes joyas que lucía, que por supuesto no han pasado desapercibidas. En su cabeza, la tiara floral que data del siglo XIX, un regalo de Franco a doña Sofía en nombre del pueblo español por su boda con Juan Carlos, que también puede usarse como gargantilla y que la infanta Cristina llevó en su boda con Urdangarin.
Pero los grandes protagonistas de su estilismo fueron los pendientes, que estrenó esa misma noche. De diamantes y zafiro en forma de cascada, se desconoce su procedencia, ya que es la primera vez que los luce en público y tampoco se los hemos visto jamás a doña Sofía ni a sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Los ha complementado con las pulseras gemelas de Cartier del joyero real y el broche de Flor de Lis que sujetaba la banda de Carlos III.
Con un sencillo recogido trenzado y un maquillaje natural, se mostró de lo más simpática y conquistó con su sonrisa a todos los presentes. Este viernes los Reyes finalizan su viaje oficial en Reino Unido, despidiéndose en el Buckingham Palace y visitando el Exeter College, que tiene dos centros de lengua española.
