Las puertas del Palacio de Buckingham se han abierto para recibir a los reyes de España: Isabel II ha celebrado un banquete de Estado en su honor. Ante este majestuoso evento, Letizia y Kate Middleton han acaparado todas las miradas por sus impresionantes estilisimos, que no han dejado indiferente a nadie.
El encuentro entre doña Letizia y la duquesa de Cambridge era uno de los momentos más esperados de la primera visita oficial de los Reyes al Reino Unido. Saber cuál había sido el vestido elegido para la ocasión, tanto por parte de la esposa del príncipe Guillermo como por la reina de España, fue lo más ansiado de la noche.
Letizia volvió a conquistar la gala con una apuesta que nunca defrauda: el color rojo de Felipe Varela. Lució un elegante y precioso vestido que contaba con un corpiño abotonado y un corte sirena con cola de tul y bordado en hilo y cristal amapola, rosa y rubí. Para no quitar protagonismo al escote Bardot del vestido, la reina decidió colocarse la banda protocolaria perteneciente a la Orden de Carlos III de una llamativa manera que no pasó inadvertida.
Aunque es difícil de superar la espectacular apuesta estilística de la esposa del rey Felipe VI, la duquesa de Cambridge también impresionó a los invitados. Kate entró en el Gran Salón del Baile con un romántico vestido de Marchesa de encaje en tono rosa, con escote en "V" en pecho y espalda, y con una acampanada y semitransparente manga francesa y falda de vuelo.
Uno de los complementos fundamentales en looks reales son las joyas que lucen las reinas y princesas. En esta ocasión, la duquesa ha elegido la gargantilla-bandeau Jorge VI de diamantes y rubíes, prestada por la reina Isabel II. Se trata de una joya con historia, pues fue un regalo de sus padres con motivo de su boda con el duque de Edimburgo. En cuanto a la tiara, la mujer del príncipe Guillermo ha querido optar por la que fuera la favorita de la princesa Diana: la diadema Cambridg Lover's Knots (la tiara de los amantes). Esta preciosa joya encargada por la reina María, esposa del rey Jorge V, en 1914, tiene un diseño neoclásico y está hecha de diamantes.
Por su parte, Letizia llevó para la ocasión una de las tiaras más importantes del joyero de los Borbones, la tiara Flor de Lis. La lució por primera vez durante la cena de gala en honor al Presidente de Argentina en el Palacio Real el pasado mes de febrero, y en ella se puede apreciar el emblema de la Casa Real. Además, los pendientes y la pulsera de diamantes elegidos pertenecían a la reina Victoria Eugenia, bisabuela de su esposo y nieta de la reina Victoria I, haciendo de esta manera un homenaje a la Corona Británica.
Este esperado encuentro se ha podido ver por casualidad gracias a una puerta abierta en el Salón de la Música, donde la reina Isabel II ha recibido a los Reyes, y que ha dejado ver a Letizia y a la Duquesa de Cambridge, que estaba en el fondo charlando con el Príncipe Harry, en el mismo plano.
Ya en la cena, celebrada en el Gran Salón de Baile, la esposa de Felipe VI ha ocupado el lugar que le correspondía entre el Duque de Edimburgo y el Príncipe de Gales. Por su parte, Kate y el príncipe Guillermo se han sentando en los extremos de la mesa presidencial.