Tras 31 años sin visitas oficiales por parte de la monarquía española a Reino Unido, los reyes llegaban a Londres este martes generando gran expectación. Letizia ha elegido para la ocasión un conjunto amarillo limón y una pamela de la misma tonalidad que le ha causado algún que otro problema con la Duquesa de Cornualles.
En el primer día de visita de los reyes en Reino Unido, la reina Letizia (44) optó por desafiar a la suerte y llevar un conjunto de seda amarilla limón de su diseñador favorito, Felipe Varela, un abrigo tweed veraniego en tono más claro y todo coronado con una pamela ladeada con grandes flores amarillas. Además, Letizia utilizó una cartera amarilla pálida, guantes y zapatos color nude de Prada.
La madre de las pequeñas Leonor y Sofía estrenaba pendientes de perlas y oro amarillo, que originalmente pertenecían a la reina Sofía y que resaltaban su pelo castaño recogido en un moño y un suave maquillaje en tonos dorados y labios rosados.
A su llegada a Londres, Felipe VI (49) y su esposa fueron recibidos, en nombre de la reina Isabel II, por el vizconde Brookeborough, el Lord-in-Waiting de la monarca desde 1997. En este recibimiento pudimos ver a la reina con un total 'white' de Hugo Boss, utilizado en varias ocasiones por la monarca, acompañado por un bolso de mano y un par de tacones de piel de serpiente que rompían la sobriedad del conjunto.
Al día siguiente, tuvieron un encuentro con el Príncipe de Gales (68) y la Duquesa de Cornualles (69), con quien encontraron ciertas dificultades a la hora de saludarse. Las aparatosas pamelas de las mujeres impedía dar los dos besos correspondientes en la mejilla y tuvieron que sortear los obstáculos en una especie de 'cobra' que ha sido objeto de burlas.
El príncipe Carlos y su mujer Camilla han acompañado a los Reyes hasta el Horse Guards Parade, donde tal y como marca la tradición, les esperaba la reina Isabel y el duque de Edimburgo para comenzar la gran visita. Tras el recibimiento oficial, se han trasladado en carroza hacia el palacio de Buckingham, donde han mantenido un almuerzo privado antes de continuar con la agenda prevista, en la que se incluye un lujoso banquete nocturno con toda la corona inglesa.