Este fin de semana, el Rey, sin la compañía de Letizia, disfrutó de una fiesta de alto copete en Londres con motivo del 50 aniversario del príncipe Pablo de Grecia y el 21 de su hija, Olympia. Hasta la ciudad inglesa se trasladaron multitud de rostros conocidos de la monarquía europea, entre los que se encontraba la infanta Cristina, quien estaba acompañada por sus hijos y su esposo, Iñaki Urdangarin.
De esta forma, Felipe VI y su cuñado se reencontraron tras casi seis años sin verse. Un testigo ha relatado cómo reaccionaron ambos a Vanity Fair: "No los vi conversar en ningún momento de la noche. El señor Urdangarin permaneció pegado a su mujer y a sus hijos durante gran parte de la velada", explicó.
El monarca, por su parte, sí mantuvo una actitud más extrovertida con el resto de invitados: "El Rey ha sido encantador. Es cautivador y muy educado y ha conversado con todo el mundo", aseguraba la fuente al mismo medio.
Ante la ausencia de Doña Letizia, el Rey pasó gran parte de la velada con su primo, Pablo de Grecia. Durante un momento dado de la celebración, también conversó con con James Costos, ex embajador de Estados Unidos en España, y su marido, Michael Smith.
Aunque acudieron varias celebrities a la fiesta de la talla de Paris y Nicky Hilton, Poppy Delevigne o el diseñador Valentino, entre otros, sobre todo hay que destacar la presencia de miembros de la realeza europea de primer nivel como los reyes de los Países Bajos, Guillermo y Máxima, los herederos noruegos, Haakon y Mette-Marit, os príncipes de Kent, el hijo de la princesa Ana de Inglaterra, la princesa Benedicta de Dinamarca y los príncipes Alejandro y Catalina de Yugoslavia.
