Mucho hemos hablado en los últimos meses sobre protocolo a la hora de que una personalidad política o real sea recibida por el Papa Francisco. La penúltima en hacerlo fue Melania Trump, acompañada por su marido, Donald, y por la hija de éste, Ivanka. Las dos mujeres se presentaron ante el Pontífice vestidas completamente de negro y con la cabeza cubierta por una especie de mantilla de encaje en el caso de Melania y por una diadema con un tul negro en el de Ivanka. Iban correctas, pero sus looks elegidos fueron muy comentados porque tal vez eran demasiado extravagantes para una audiencia de este tipo.
La última en asistir a un encuentro con el Papa ha sido Máxima de Holanda (46) junto a su marido, el rey Guillermo (50). La reina de origen argentino ha elegido un vestido negro de manga larga y mantilla negra, colocada sutilmente sobre la cabeza (sin peineta) y sí, ha acertado completamente con look y también con el color. Muchos pueden pensar que al ser reina debería haber ido vestida de blanco, pero según el protocolo, esto no es del todo correcto.
El color blanco es un privilegio que sólo tienen las reinas católicas de Europa, es decir, Letizia, Sofía como reina emérita y Matilde de Bélgica. En el caso de Máxima, nacida en Argentina en 1971, es católica, pero su esposo, el rey Guillermo, es protestante, y ésta es además la Fe en la que están educando a sus hijas. Por este motivo, debía ir vestida de negro en su visita al Vaticano y así lo ha hecho de una manera totalmente protocolaria.
Durante el encuentro, el Papa Francisco y Máxima se han saludado en español de manera muy cariñosa y han charlado amistosamente durante 35 minutos. Ésta es la tercera visita de los reyes holandeses al Vaticano desde su entronización hace cuatro años. La última fue el año pasado en un encuentro privado del Pontífice con la familia real holandesa.
En estos días de visita a Italia, Máxima no ha defraudado con sus looks. Uno de los más espectaculares ha sido el que llevó el miércoles durante la jornada y que estaba compuesto por un sencillo vestido en color crudo pero al que le daba un toque extravagante gracias a una pamela enorme en rafia (uno de sus complementos favoritos) para cubrirse del calor que hace estos días en Roma.
