La hermana del rey disfrutó de un concurso hípico en Sevilla junto a su buen amigo, el jinete Luis Astolfi, y su hija, Victoria Federica, que compitió en el torneo.
La Infanta Elena ha pasado un fantástico fin de semana dedicado exclusivamente a una de sus pasiones: la hípica. La duquesa de Lugo acudió al CSN5 de Pineda, un concurso ecuestre celebrado en Sevilla en el que se reencontró con su primer amor y gran amigo, el jinete Luis Astolfi. Ambos demostraron estar en sintonía y se mantuvieron juntos durante prácticamente toda la jornada. Charlaron, rieron y revisaron juntos el recorrido que Elena superó más tarde con un precioso caballo blanco.
La infanta y el jinete mantuvieron una relación sentimental hace ya más de 25 años y, después de una larga temporada distanciados, retomaron su amistad hace unos años, en los que se han avivado los rumores de un acercamiento más que amistoso entre ellos.
Pero la infanta no acudió sola a la cita. La acompañó su hija, Victoria Federica, que a sus 15 años es casi tan alta como su madre. La joven también es una apasionada de la hípica, una afición a la que da rienda suelta ahora que ha regresado a España tras estudiar durante dos años en un internado femenino inglés. Mientras que su hermano Froilán 'disfruta' de su experiencia en una academia militar en Estados Unidos, ella se ha matriculado en el Internacional School of Madrid, donde cursará Tercero de la ESO.