La ausencia de Irene de Grecia, de 83 años, en Palma este verano marcó las vacaciones de la Reina Sofía, que permaneció en Zarzuela, en Madrid, junto a su hermana, que se encuentra en un momento delicado de salud. Vimos a la emérita en la recepción de Marivent, escenario donde ya ha quedado institucionalizado este cóctel veraniego que presiden los Reyes en la capital balear. Además fue una noche de reencuentros con el posado de la Familia Real junto a doña Sofía, que no se producía desde Oviedo, con motivo de los Premios Princesa de Asturias de 2024. Pero volvamos al verano, cuya agenda quedó condicionada -como decíamos- por la salud de Irene. Junto a ella, además de su hermana Sofía, se encuentran también sus sobrinas, Elena y Cristina.
Han sido sido unas vacaciones viajeras para ambas. Mientras la infanta Cristina paseaba por la localidad francesa de Bidart, Elena repartió su tiempo en distintos destinos. Estuvo en Sanxenxo con su padre, Juan Carlos I, pasó por Palma, donde coincidió con su prima Simoneta Gómez Acebo, e hizo una escala en Arcos de la Frontera (Cádiz). Ahora las infantas hacen piña con su madre y están pendientes de su tía Pecu.
Las hermanas del Rey se organizan para cuidar a su tía y apoyar también a su madre. Según escribió Pilar Eyre en la revista Lecturas, los médicos están pendientes de ella todo el día y cuenta con la asistencia de varias enfermeras que velan por su bienestar. Asegura la periodista que la emérita, con el apoyo de Elena y Cristina, se han turnado este verano para acompañarla. "Cuando no está Cristina va Elena, y la otra se va de vacaciones, pero siempre una de las dos está al mando del operativo, que es muy complicado. Doña Sofía está a su lado, pero está mal tanto como anímica como físicamente. Tiene mucha angustia sobre todo por lo que puede pasar este otoño", asegura.
Irene siempre ha sido un pilar de apoyo fundamental para la emérita, un esencial soporte emocional para doña Sofía tras el retiro de la vida pública de su marido y su posterior autoexpatriación a Abu Dabi, hace ahora un lustro. Son amigas íntimas y siempre han mantenido una relación estrechísima. Aquejada desde hace tiempo por problemas de salud, la madre del Rey se va volcado en sus cuidados. Desde hace unos meses, su estado de salud empeoró y se publicó que sufría un deterioro cognitivo.
Mari Ángeles Alcázar aseguraba este verano que la situación de Irene de Grecia es "delicada", pero no "alarmante". La experta en Casa Real confirmaba que su ausencia en Mallorca se debió a una recomendación médica de mantenerse en casa y evitar los viajes e insistió en que Irene es una mujer fuerte: "Tiene días mejores y peores".