La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han protagonizado un inesperado reencuentro en Barcelona, concretamente en el domicilio de su hijo Pablo Urdangarin. Un encuentro discreto pero cargado de simbolismo que demuestra que, pese a su separación y los años de distancia pública, los exduques de Palma siguen priorizando el bienestar de sus hijos.
La reunión tuvo lugar el pasado 6 de mayo al mediodía, en plena avenida Diagonal. Iñaki Urdangarin fue el primero en llegar al edificio donde reside Pablo, transportando un par de maletas y su característica mochila. Minutos después, la infanta Cristina, que se encontraba en las oficinas de La Caixa —a escasos metros del lugar—, se unió a la cita familiar. La coincidencia en fechas y lugar no parece casual, sino una decisión meditada con un motivo claro: acompañar a su hijo tras su renovación con el equipo de balonmano Granollers.
Cristina de Borbón se encuentra en plena transformación de su vida. Aunque mantiene su residencia en Ginebra desde 2013, sus viajes a España se han intensificado en los últimos tiempos. El principal motivo es la reforma del piso que recompró en el exclusivo barrio de Pedralbes, pero también influye su creciente cercanía con la familia real y su exposición pública más natural, como se evidenció en su reciente asistencia a la boda de Victoria López-Quesada junto al rey Felipe VI.
El reencuentro con Urdangarin pone de manifiesto que, pese a haber seguido caminos distintos, ambos mantienen una relación cordial centrada en sus cuatro hijos. En esta ocasión, la renovación profesional de Pablo fue la excusa perfecta para que sus padres se encontraran bajo el mismo techo. Se desconoce si la infanta pernoctó en el domicilio de su hijo, pero de acuerdo con lo publicado por El Confidencial, se alojó en el hotel Marriott AC Victoria Suites, muy próximo al lugar.
Este "piso franco" de Pablo Urdangarin, lejos de ser un simple punto de encuentro, se ha convertido en un espacio neutral donde la familia puede reunirse lejos del foco mediático. Un entorno que permite encuentros como este, donde lo importante no son los titulares, sino el vínculo familiar que sigue uniendo a Cristina e Iñaki, incluso tras su separación.
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