Casas Reales

Habitaciones separadas, el secreto de los matrimonios de la realeza que más duran, como Carlos y Camila: ¿queréis más nombres?

  • La periodista especializada en la familia real Helena Chard a Fox News, Carlos y Camila tienen cada uno su propio dormitorio en Clarence House
  • Carlos Gustavo de Suecia confesó en un documental que él y la reina Silvia usan baños separados

Mientras muchas parejas modernas luchan por mantener la chispa en medio de rutinas agotadoras, compromisos laborales y noches de insomnio, algunos matrimonios reales (con erre mayúscula y minúscula) parecen haber encontrado un método infalible para conservar la armonía: dormir en habitaciones separadas. Sí, como lo lees. Lo que muchos considerarían un signo de distancia o desamor, en las altas esferas puede ser precisamente lo contrario: una fórmula para la longevidad.

¿Será esta la solución silenciosa que ha salvado tantos matrimonios reales de escándalos y separaciones? Lo cierto es que, en palacios o pisos modestos, el respeto por el espacio personal parece seguir siendo una clave dorada para el amor duradero. Llegados a un punto hay quien cree que tanto la sangre azul como la roja circula mejor durmiendo en habitaciones separadas.

El rey Carlos III y la reina Camila acaban de celebrar su vigésimo aniversario de bodas, unas bodas de porcelana que pocos imaginaron posibles cuando se casaron en 2005. Durante la celebración, que tuvo lugar en Italia, volvió a surgir una de las claves que se atribuyen a la estabilidad de este matrimonio con experiencia (es el segundo matrimonio para ambos), aunque comparten la vida, no siempre comparten la cama. O al menos, no la misma habitación.

Carlos III y la reina Camila, durante la celebración de su aniversario de boda, en Roma

Según explicó la periodista especializada en la familia real Helena Chard a Fox News, Carlos y Camila tienen cada uno su propio dormitorio en Clarence House, además de una habitación conjunta. Este arreglo no solo les permite descansar mejor —Carlos ha padecido problemas de espalda durante años—, sino que también les da un espacio propio en una vida marcada por la constante exposición pública. Además, cada uno conserva su residencia personal: Highgrove House para él y Ray Mill House para ella.

Este no es un caso aislado en la realeza. La reina Isabel II y el príncipe Felipe también dormían en habitaciones separadas en el Palacio de Buckingham. Según reveló William Evans, exayudante de Lord Mountbatten, esta práctica es habitual entre los miembros de la familia real y la aristocracia británica: no por falta de afecto, sino por cuestiones prácticas, como los diferentes horarios y necesidades de descanso.

Incluso fuera del Reino Unido, otros royals respaldan la idea. El rey Carlos Gustavo de Suecia confesó en un documental que él y la reina Silvia usan baños separados, e incluso lo considera el secreto de su duradero matrimonio. Ante la pregunta del director sobre qué hacer si en casa no hay más de un baño, el monarca respondió con humor: "Entonces instálalo en el sótano".

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