Bikinazo y fotón con pose de sirena. Victoria Federica muestra en sus redes un mini bikini de Lia Swimingwear de acabado plata como traca final de verano. La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se pone el mundo por montera y responde así a las voces que la tachan del living la vida loca que lleva y, sobre todo, de ejercer una mala influencia sobre su discreta prima Irene Urdangarin.
Sonriente, frente al mar y bajo un cielo azul turquesa. Vic muestra el bikini de Lia Swimingwear modelo Palawan (75,60 euros) y presume también de un tono bronce máximo. Morenísima y feliz. La hermana de Froilán responde con este post a todas las críticas que afean su vida fiestera, de viaje en viaje y de photocall en photocall. Vic, que no quería ser Instagramer, se ha convertido en unas de las estrellas royal más mediáticas de la red.
Hace unos días, saltaba la información de que su madre, Elena, y su tía Cristina habrían discutido por esa tendencia fiestera y la adicción a la sobreexposición en Instagram. En la discrepancia entre las dos hermanas habría intervenido don Juan Carlos para ejercer de mediador y tratar de poner paz en la familia, según El Confidencial Digital. Incluso la infanta Elena habría pedido a su hija que se frene. Algo que, visto lo visto en Instagram, no está en sus planes inmediatos.
