Mediados de julio, centro de Madrid. Dos jóvenes con sudadera y capucha entran en un conocido local de karaoke y lo hacen acompañadas por escoltas que se aseguran de que nadie se les acerque ni las fotografíen. Se trata de Victoria Federica y su prima, Irene Urdangarin. La juerga acabó por todo lo alto: la instagramer se ligó a un atractivo rubio con el que derrochó pasión en una de las zonas más discretas del pub.
A sus 22 y 18 años respectivamente, Vic e Irene han dejado atrás los juegos de niñas y las jornadas marineras en el Puerto Náutico de Mallorca, donde compartían clases de vela. Las primas siguen muy unidas pero sus aficiones han cambiado y ahora se dan la mano en fiestas nocturnas, según Y ahora Sonsoles. "Victoria e Irene llegaron juntas pero a la primera se la vio poco después besando a un chico alto y rubio que venía en el grupo, ya se conocían. No sabemos si es el novio o un amor de verano".
Tras cumplir la mayoría de edad, Irene podría convertirse en la mejor compañera de juergas para Victoria aunque, por el momento, todo apunta a que la hija de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina mantendrá un perfil discreto desde Suiza, donde comenzará sus estudios en un centro de hostelería muy elitista que forma a sus alumnos para ser futuros directores y gestores de importantes complejos hoteleros.
Victoria, por su parte, se ha convertido en la reina de la fiesta. Primero en Ibiza, donde presumió de barcos y motos acuáticas con sus amigas, y ahora en Marbella, donde se ha convertido en una presencia habitual de la Gala Starlite, donde subastó su vestido hace unas cuantas noches. Este miércoles, además, acompañó a su gran amigo Roca Rey en La Malagueta, su regreso a los ruedos tras recuperarse de su última cogida.
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