Mientras todas las miradas estaban puestas en la reina Letizia y Felipe VI, que este sábado han acudido a la coronación de Carlos III en Londres, la infanta Cristina ha viajado hasta Toledo para acudir a una boda. Ha reaparecido tras unas semanas intensas, marcadas por los rumores de nuevo amor y por el escándalo de la presunta hija secreta de su padre, el rey Juan Carlos.
El enlace se ha celebrado en el municipio manchego de Orgaz, en la Iglesia Santo Tomás Apóstol. José María Treviño se ha casado con Paula Fernández. Cristina, al igual que su hermana, Elena, estudió con la madre del novio, Gemma Ruiz de Velasco. El padre de José María, el empresario José María Treviño Zunzunegui, que murió en verano de 2016, era amigo íntimo de Felipe VI.
La madre de Pablo Urdangarin ha escogido para esta ocasión un conjunto morado compuesto por dos piezas. Blusa y falda plisada asimétrica. Pese al huracán de informaciones de las últimas semanas, la infanta no ha faltado en esta cita toledana tan especial. Cuando José María Treviño padre falleció, tanto ella como Iñaki Urdangarin regresaron de Ginebra para tenderle el apoyo a su familia, a pesar de que el escándalo del caso Nóos estaba latente y el foco estaba puesto sobre ellos.
Hace unas semanas, la hija de doña Sofía fue relacionada con un empresario catalán, aunque los rumores parecen haber caído en saco roto tras el desmentido de la revista Hola. La semana pasada, además, saltó una información que volvió a poner al rey Juan Carlos en el punto de mira. Los periodistas José María Olmo y David Fernández aseguran que el emérito tiene una hija secreta llamada Alejandra. Las informaciones publicadas apuntaron a Alejandra de Rojas, aunque sus familiares negaron tal vínculo a este portal. También llegaron después los comunicados del propio rey Juan Carlos y el de Alejandra, vinculada a la aristocracia.