Casas Reales

Juan Carlos I arrastra tras de sí un operativo de seguridad de más de diez escoltas en su visita a España

El operativo de seguridad en torno a don Juan Carlos durante su visita a España está en cuestión. Escoltas de Zarzuela desplegados en Sanxenxo han criticado la falta de medios para proteger el emérito y mostrado discrepancias con las horas de guardia y con las rutas que se han visto obligados a realizar.

Zarzuela ha mantenido firme en su propósito de no dar carácter de oficialidad a esta visita que prosigue en Vitoria por motivos de salud, tal y como publicamos.

Casa Real mantiene su silencio con la excusa de que el viaje del padre de Felipe VI es estrictamente privado. Zarzuela considera que la presencia del emérito en España durante la campaña de las elecciones autonómicas y municipales de mayo podría afectar a los comicios y de ahí que se haya pedido al anterior jefe del Estado un perfil mediático bajo, lo cual se está cumpliendo hasta ahora, especialmente si comparamos este viaje con la anterior visita de don Juan Carlos a Galicia hace un año, cuando su viaje se convirtió en una verbena de declaraciones y polémicas.

Incomodidad de los escoltas por guardias largas

Al menos diez escoltas ha puesto Zarzuela a disposición del Emérito en su viaje para encargarse de su seguridad. Los agentes se han alojado en varios hoteles cercanos a la casa de Pedro Campos, por razones obvias. Desde el entorno de los guardias desplegados en Sanxenxo de ha filtrado la incomodidad de algunos de ellos por la cantidad de trabajo que les ha ocasionado esta visita, debido a las muchas horas de guardia necesarias para garantizar la seguridad de Su Majestad en las distintas rutas de don Juan Carlos por la zona y ahora en Vitoria. "Ayer terminamos a las siete de la tarde, pero hoy pinta que hasta medianoche no acabamos, y eso no puede ser", dice uno de ellos a Monarquía Confidencial.

Hasta ahora y a falta de ver cómo se desarrolla la visita a Vitoria para ver a su dentista y a su traumatólogo, don Juan Carlos ha sido receptivo con las indicaciones de Zarzuela y ha evitado las fanfarrias y exposiciones públicas de antaño. Sus llegadas al Club Náutico de Sanxenxo apenas han tenido repercusión, básicamente porque el antiguo rey ni siquiera se ha detenido para hablar con los periodistas. Distintos analistas coinciden en que la normalización de las visitas del Emérito hará que baje el suflé y dejes de ser noticia sus visitas.

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