Industria

ThyssenKrupp: el gigante alemán huye del acero y apuesta por los ascensores

  • El colapso de las materias primas le empuja hacia un sector de más valor
  • Quiere revolucionar la construcción de rascacielos con su último modelo
El negocio de ascensores Thyssenkrupp aporta el 60% del Ebitda del grupo.// Reuters

elEconomista.es

Thyssenkrupp, la mayor siderúrgica de Alemania, está en plena conversión tecnológica dejando de lado el negocio del acero, que le ha convertido en un gigante mundial desde hace más de dos siglos, y apostando firmemente por los ascensores del futuro, que prescindirán de cables utilizando sistemas magnéticos. l Los ascensores serán magnéticos, horizontales e 'inteligentes', pero demasiado caros

En esta transición, que inició hace seis años, la compañía gana más dinero por su división de elevadores que por su producción siderúrgica por la caída de los precios de los metales. Thyssenkrupp está realizando las mayores inversiones estratégicas en tecnología e innovación en ascensores.

La empresa se ha gastado 41 millones de euros en la construcción de MULTI, el prototipo de ascensor del futuro que sirve para desarrollar nuevos modelos en la torre de I+D de la compañía. El elevador utiliza la técnica de levitación magnética, igual que los trenes de alta velocidad japoneses, e incluye la novedad que se pueden mover tanto en vertical como en horizontal, dentro de un sistema de doce ejes.

Thyssenkrupp está abriendo camino en un sector incipiente que no existía hace años. "Hemos logrado estimular la competencia, hasta el punto que nuestros modelos son la referencia", comenta Andreas Schierenbeck, el director general de la unidad de ascensor, a Bloomberg. "Si nos están copiando es porque algo estaremos haciendo bien", reflexiona.

El directivo es optimista para que los arquitectos adapten sus sistemas a las construcciones de rascacielos. De momento, los ascensores de nueva generación de Thyssenkrupp generas reservas por el alto coste que supone para los proyectos y porque se trata de una tecnología no probada.

Las inversiones en la división de ascensores se acercan a los 400 millones de euros en los últimos cinco años, lo que ha permitido "probar con cosas salvajes", indica Schierenbeck. Se ha convertido en la principal fuente de ingresos del grupo. Proporciona casi el 60% del Ebitda y la previsión es que alcance una facturación anual de 1.000 millones de euros.

La necesidad aprieta

El giro de la estrategia de la compañía ha venido en gran parte por necesidad ante el colapso de los precios de las materias primas. Thyssenkrupp registró tres años consecutivos de pérdidas millonarias hasta 2014 y todavía los ingresos generados por la división siderúrgica no se han recuperado. En 2011, suponían el 40% de los ingresos totales del grupo frente al 28% que supone en 2016.

Casi una década después de la crisis financiera mundial, la demanda de acero europeo es un 25% inferior a la que se registraba en 2008. Y uno de cada cinco puestos de trabajo en el sector ha desaparecido para siempre, en parte, por culpa de China que desde hace años está poniendo en el mercado mundial metales a precios muy bajos.

Pero Thyssenkrupp no está sola en su transformación hacia negocios rentables y de futuro. La austriaca Voestalpine, otro de los grandes productores acero europeos, ha diversificado su actividad hacia los componentes para la industria del automóvil y aeroespacial. También está invirtiendo en sistemas inteligentes de vigilancia en redes ferroviarias.

La finlandesa Nokia evolucionó de ser un fabricante papel puntero a estar a la cabeza tecnológica de las redes y telefonía durante todo el siglo XX, hasta que la irrupción de los smartphones hace casi desaparecer a la compañía, hasta que fue rescatada por Microsoft.

Futuras desinversiones en acero

Desde que en 2011 Heinrich Hiesinger tomara los mandos de ThyssenKrupp, la compañía se ha marcado el objetivo de reducir su exposición al acero y otros metales, y aoistar por sectores menos cíclicos y de mayor valor añadido. En el marco de esta estrategia, la empresa vendió su planta de Brasil. También ha completado su salida de EEUU, después de encajar pérdidas de 8.000 millones de euros por su filial acerera. Y ahora está intentando dar entrada al negocio europeo a un socio industrial como el indio Tata Steel.

Para los expertos, ThyssenKrupp está a punto de convertirse en otra empresa. Sven Diermeier de Independent Research GmbH apunta a que se convertirá en un fabricante de bienes con una participación en el mundo del acero. Desde el mercado, se especula con la posibilidad de que escinda su negocio de metales a través de una OPV para dar entrada a nuevos socios, según los analistas de Credit Suisse.

Thyssenkrupp presentará el próximo 22 de junio MULTI de forma pública para comenzar a recibir de manera formal pedidos. Según Schierenbeck, los ascensores de última generación de la empresa podrán ser una realidad en 2019 en cualquier rascacielos.

El directivo espera que sea tal éxito su comercialización que el gigante alemán no se bastará solo para abastecer el potencial mercado y estudia comercializar licencias para sus competidores. La empresa quiere convertirse en una distribuidora de patentes situándose a la cabeza del I+D. "Nunca hemos tenido el reconocimiento de una compañía creativa, pero nuestra imagen se está transformando gracias a la innovación", sentencia Schierenbeck.