Industria

La startup granadina INNengine vuela con Airbus Defence, que usará sus motores

  • Después de un acuerdo con Horse en automoción, entra en aeroespacial con el gigante europeo
  • Su tecnología disruptiva llama la atención de otras grandes compañías
Uno de los motores de INNengine.

Juan Esteban Poveda

La empresa granadina INNengine y Airbus Defence han firmado un acuerdo de colaboración por el que el gigante aeronáutico usará motores de la tecnológica andaluza para algunos de sus proyectos. Los proyectos concretos están sujetos a confidencialidad pero la comunicación que Innengine ha enviado a sus accionistas para informarles de esta alianza alcanzada hace varios meses se ilustra con un UAS (dron aéreo). Las reducidas dimensiones, el poco peso y la gran potencia de las creaciones de Innengine lo hacen ideal para propulsar este tipo de vehículos y otros que están en el ámbito de trabajo de Airbus.

INNengine diseña motores con características únicas. Sus famosos e-Rex y Rex-B. Un 70% más pequeños y ligeros que un motor de combustión tradicional de potencia equivalente, pero con el doble de potencia que un sistema tradicional de 2 tiempos y cuatro veces más que un motor de 4 tiempos.

Además, el diseño de la startup granadina elimina la necesidad de culatas, trenes de válvulas y cigüeñales, reduciendo significativamente los requisitos de masa y volumen de un motor.

La arquitectura e-REX cuenta con una relación de compresión variable bajo demanda, lo que le permite adaptarse a una variedad mucho mayor de combustibles que un motor tradicional, sin necesidad de modificaciones. Esto le permite funcionar sin problemas con múltiples mezclas de combustible, incluidos combustibles flexibles y hidrógeno.

Horse

En marzo pasado se hizo público un acuerdo con Horse por el que la compañía de automoción iba a probar los motores de INNengine con vistas a su fabricación mavisa. En este campo, los expertos sitúan al e-Rex como un extensor de rango para coches híbridos.

INNengine ya hizo público entonces que mantenía abiertas líneas de colaboración abiertas con uno de los tres principales fabricantes de equipos originales (OEM) de aviación, y que estaba en conversaciones con un líder mundial en la fabricación de motores enfocado en generadores de energía, y el sector automotriz.

Es por eso que no se descartan nuevos anuncios de calado en los próximos meses.

Desde 2011

Los fundadores de la empresa son Juan Garrido Requena (inventor y director de tecnología), Roberto Lendaro, (consejero delegado) y Fernando Castiñeiras (presidente).

Según información de la propia compañía la fundación se remonta a 2011. Su historia es curiosa. Hasta tópica: unos amigos, un garage y un par de inversores. Uno de los amigos, Juan Garrido, había construido de niño, con 12 años, un kart en ese mismo garage con materiales de reciclaje años antes.

En 2012 la empresa creó su primer prototipo, con una patente que hoy está en vigor en Europa, EEUU, China, Japón y Corea del Sur y está pendiente de aprobación en la India. En 2015 llegó el segundo prototipo, consiguieron salir del garaje, en 2016 adquirieron tecnología que les permitió un salto cualitativo.

La compañía siguió creciendo hasta que en 2021 consiguieron el primer coche propulsado por un motor INNengine, y ese mismo año lograron el primer vuelo con uno de sus motores. "2021 fue el año en que la tecnología de INNengine por fin escapó del laboratorio al mundo real. Primero rodando en un coche y ahora volando. Ver el REX-B desatado en su entorno es toda una experiencia. La alta reactividad, el sonido fórmula 1 así como la potencia bruta contribuyen a una experiencia inolvidable disponible para ser reservada ya", dicen en la empresa.

Las fuentes consultadas en la empresa indican que aún podrían alcanzarse otros acuerdos relevantes con compañías de primer nivel en otros campos o para vehículos aéreos tripulados.

Su presencia en ferias y eventos internacionales ha llamado la atención de las principales compañías mundiales, que han calificado la tecnología de Innengine como auténticamente disruptiva. No se puede descartar tampoco que la startup inicie una búsqueda de financiación para dar el salto que sus nuevos compromisos pueden exigirle.