Industria

Navantia quiere poner a flote este verano el S-82, el hermano gemelo del submarino Isaac Peral

  • El astillero ha completado la instalación de las redes eléctricas
  • La serie S-80 pretende renovar los sumergibles de la Armada Española
  • Ahora comenzará una cascada de más de 1.500 pruebas de seguridad
Submarino S-81 Isaac Peral, primero de la serie S-80 / Ministerio de Defensa.

Julio De Manuel Écija

Navantia ha terminado la puesta en tensión de los equipos del submarino S-82 Narciso Monturiol, segundo de la serie S-80 que ampliarán la flota de sumergibles de la Armada Española. Con esta prueba, el astillero español ha terminado la instalación de las redes principales y auxiliares de distribución eléctrica. A partir de este punto, el S-82 sufrirá una batería de más de 1.500 pruebas de verificación de navegación con vistas a ponerlo a flote en verano.

La red eléctrica de los submarinos de la serie S-80, cuyo primer ejemplar, el Isaac Peral, ya está siendo utilizado por la Armada, son un pilar del sistema de propulsión anaeróbico BEST. El sistema consiste en un reformador de bioetanol que produce hidrógeno. Este elemento es puesto en reacción con el oxígeno en una pila de combustible generando electricidad, lo que aumenta el tiempo que puede permanecer sumergido el buque.

Pruebas de flote en verano

El objetivo de Navantia es que el Narciso Morturiol comience a realizar los exámenes de flote en los astilleros de Cartagena en el tercer trimestre. Como paso previo, el personal de la atarazana ha sometido al S-82 a las primeras pruebas de puerto. El plan contempla la realización de más de 1.500 verificaciones, incluyendo pruebas de puerto, navegación e inmersión.

El programa del S-80 entregó su primer submarino, el S-81 Isaac Peral, a la Armada en noviembre de 2023, tras varios años de retraso del plan original debido a los problemas de flotabilidad. En conjunto, el programa ha costado 4.000 millones de euros y entregará cuatro submarinos: el S-81 Isaac Peral, el S-82 Narciso Monturiol, el S-83 Cosme García y el S-84 Mateo García de los Reyes. El plan actual contempla la finalización del programa en 2032, según el Gobierno.

Submarino 'made in Spain'

La ventaja de los S-80 es el tiempo que pueden pasar sumergido. El sistema de propulsión, al no utilizar aire, permite una autonomía de tres semanas bajo las aguas, lo que disminuye el riesgo de detección. Navantia ha apostado por un diseño con un alto nivel de automatización. El objetivo es que los S-80 tengan una tripulación mínima de 32 personas para misiones de inteligencia, ataque a tierra y guerra naval y submarina.

El diseño y fabricación español del S-80 puede ser una fuente de ingresos futuros de Navantia, de la misma manera que sus fragatas de la clase F-100. España se ha colocado en un podio estrecho de fabricantes de submarinos de propulsión anaeróbica (no nucleares), liderado por Alemania, Francia y Suecia. Estos países han exportado multitud de unidades a docenas de países, convirtiéndose en los principales constructores de esta clase de buques.