Industria

El Gobierno autoriza la opa de la italiana Esseco sobre Ercros "sin condiciones"

  • El Ejecutivo lanza así la guerra de opas con Bondalti
  • A la práctica, implica que la empresa italiana sortea el escudo 'antiopas'
  • La Agencia de Competencia francesa también da luz verde  
Una planta de Ercros. EE

Carles Huguet, Cristian Reche
Barcelona/Madrid,

La compañía italiana Esseco ya tiene el visto bueno del Gobierno para avanzar con la opa sobre Ercros. La firma transalpina ha obtenido la aprobación "sin condiciones" de la propuesta de adquisición por parte del Consejo de Ministros del pasado martes, "previo informe favorable de la Junta de Inversiones Exteriores". El Ejecutivo da así luz verde a la guerra de opas, en la que también está inmersa la lusa Bondalti. Sin embargo, la predisposición regulatoria no viene acompañada del entusiasmo de los accionistas, como han dejado claro.

Esta aprobación del Gobierno era un paso indispensable para Esseco. Obedece al escudo antiopas impuesto por el Ejecutivo desde la pandemia, que le da el poder de vetar inversiones extranjeras que superen el 10% del capital de cotizadas españolas. Al ser otra firma europea, se daba por hecho que no iba a haber ningún contratiempo. La protección se diseñó para operaciones en las que estuvieran implicados actores de fuera del continente o de países 'no amigos'.

Ahora falta la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para seguir con el seguido de trámites necesarios hasta que los accionistas de Ercros lleguen a posicionarse. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también debe pronunciarse. La que sí lo hizo fue la Autorité de la Concurrence francesa, que dio su sí a la integración. Se dio a pesar de que Esseco apuntaba en el comunicado enviado al regulador bursátil que no iba a necesitar la autorización del Ministerio de Economía francés al no cumplirse los requisitos para necesitar "las mencionadas autorizaciones".

De este modo, Esseco se iguala con Bondalti en la guerra, pues la firma portuguesa obtuvo el favor del Gobierno el pasado mes de junio. Con idéntica opinión: "sin condiciones" e informe favorable de la Junta de Inversiones Exteriores.

Ahora les queda lo más complicado: seducir a un accionariado que respondió con virulencia a la propuesta. Y es que la primera ofrece 3,745 euros por acción y la segunda 3,505 euros por acción, aunque ambas compañías supeditan la propuesta a la aceptación del 75% del capital. Entrará aquí en juego la capacidad que tengan para mejorar la propuesta inicial. Como mínimo, Bondalti deberá hacerlo con total seguridad, pues los títulos de la firma química cerraron la jornada del jueves a 3,67 euros por acción.

Ambas lo podrán hacer una vez la CNMV acepte ambas ofertas durante un plazo de 30 días. Pasado este periodo se abre la subasta 'a sobre cerrado', en la que ambas firmas (o más, si aparecen) presentarán sus propuestas y la mayor oferta gana, lo que provocarían un nuevo periodo de aceptación de 15 días. Bondalti, al llegar primero, contaría con una opción final para volver a mejorar la oferta en un plazo de cinco días.

Más allá del precio otra diferencia entre ambas firmas está en la relación con el propio consejo de administración de Ercros. "Existieron conversaciones entre asesores de Ercros y los asesores de Esseco", dijo Antonio Zabalza, presidente de la compañía química en la reunión con los accionistas. La de Bondalti, en cambio, fue una oferta "ni consensuada ni solicitada".

En la sesión, el accionariado hizo evidente su descontento e instó a la cúpula de Ercros a mover ficha en busca de más interesados: Repsol, Covestro, Quimidroga, Arkema, Borealis o Ineos fueron algunos de los nombres que salieron. Desde entonces, eso sí, no apareció en escena ningún candidato potencial.

El sentimiento de los accionistas que intervinieron en la sesión fue el rechazo tanto a los 3,6 euros por título ofertados por la empresa portuguesa como a los 3,84 euros ofrecidos por su competidor italiano –son las cifras previas al último dividendo emitido, que rebajó la propuesta de ambas-. "Según valoramos nuestros activos y nuestro patrimonio neto, 4,40 euros sería el mínimo para descolgar el teléfono", señaló otro de los presentes.

Además, un grupo de 150 accionistas, que representa el 26,8% del capital, ya avisó de manera oficial de que no aceptará ninguna de las dos ofertas al considerarlas demasiado bajas.

Las autorizaciones del Gobierno se amontonan

La lista de autorizaciones pendientes de aprobación por parte del Gobierno sigue aumentando en el último trimestre del año. A pesar de 'sí' sin condiciones a la oferta pública de adquisición (OPA) de Esseco sobre Ercros, el Ejecutivo espera recibir sobre su mesa otras operaciones corporativas que sí requerirán de un análisis quirúrgico antes de tomar una decisión.

La operación que más expectación despierta es sin duda la opa de BBVA sobre Banco Sabadell. El Gobierno, a través del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, ha manifestado ya su rechazo a la opa hostil lanzada por la entidad que preside Carlos Torres "tanto en la forma como en el fondo". El Gobierno se escuda en esta decisión por los "efectos lesivos potenciales" en el sistema financiero español, si bien está por ver hasta dónde alcanza su capacidad de veto.

Otra opa que puede causar revuelo es la que el fondo Brookfield estudia por Grifols junto a la familia fundadora. Economía aseguró en verano que tendrá "algo" que decir si se llega a producir la propuesta del fondo canadiense por la empresa de hemoderivados. "Esta oferta tendrá que pasar por los canales habituales", dijo el ministro Carlos Cuerpo al respecto.

La posible escalada del fondo soberano saudí PIF, a través de STC, en Telefónica, también marca la agenda de la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX). El grupo extranjero sigue con un 5% del capital de la compañía de telecomunicaicones española y está a la espera de recibir autorización para alcanzar el 9,9%. La dirección de la operadora saudí ha mantenido varios encuentros recientemente con el ministerio de Economía y de Transformación Digital.

El Gobierno dispone de un variado abanico de condiciones para desatascar una operación corporativa de calado. Así, el Ejecutivo consiguió el compromiso de Opdenergy, que había sido objeto de opa de exclusión por parte de Antin, de no volver a presentar una demanda de arbitraje contra España como la formulada en 2013.

Pero el Gobierno ha llegado a inclinarse en algunas ocasiones por un 'no' rotundo a la entrada de capital extranjero. El expediente más reciente que se ha resuelto en esta dirección ha sido la entrada del grupo Ganz-MaVag en Talgo. El Consejo de Ministros rechazó de pleno la adquisición del fabricante español de trenes por parte del consorcio húngaro por motivo de protección de los intereses estratégicos y de la seguridad nacional de España.

Con más discreción se resolvió la solicitud de Vivendi para escalar en Prisa, editora del diario 'El País'. El grupo de medios comunicó a la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) que su todavía accionista había finalmente "desistido" de la solicitud para la obtención de la autorización del Consejo de Ministros a la adquisición de acciones representativas de hasta un 29,9% de su capital social.