Industria

La falta de suelo industrial asfixia la inversión empresarial en Alicante

  • Según los empresarios ya se han perdido inversiones que han ido a Valencia o Madrid
  • La burocracia, con 17 años para tramitar el desarrollo de suelo, ha frenado los proyectos
  • Municipios de provincias vecinas apelan a los terrenos para captar industrias
El área empresarial de Las Atalayas con la capital alicantina al fondo.

Ángel C. Álvarez
Valencia,

Alicante es la quinta provincia española por población, PIB y número de empresas. Una potencia económica que, sin embargo, el propio empresariado local considera que ve amenazadas sus oportunidades de crecimiento por varias sombras.

Además de la escasa inversión por parte del Estado, que en los últimos años la ha situado a la cola en los presupuestos, otro de sus obstáculos en los que coinciden todos los análisis es el de la escasez de suelo finalista en el que se puedan instalar las empresas.

"La falta de suelo industrial limita nuestro crecimiento", reconocen desde CEV Alicante, la sección alicantina de la patronal autonómica. El presidente de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), César Quintanilla, también es tajante al asegurar que "actualmente en la provincia no hay prácticamente suelo disponible" y que "no habrá proceso de reindustrialización sin suelo donde poder asentar las nuevas industrias o el necesario crecimiento de las existentes".

La escasez afecta directamente las propias empresas alicantinas que ya están arraigadas. Pero también supone un freno a la hora de atraer grandes inversiones de multinacionales que necesitan grandes pastillas de suelo. Las últimas multinacionales que han aterrizado en Comunitat Valenciana, como la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, son el ejemplo.

Su inversión sería imposible sin los más de 8,4 millones de metros cuadrados de Parc Sagunt I y Parc Sagunt II, este último tramitado en un tiempo récord. Solo esos terrenos suponen cerca del 20% de la superficie de todos los polígonos industriales de la provincia de Alicante, según el inventariado de la propia Generalitat Valenciana, que cifra en casi 170 los parques empresariales alicantinos, con 44 millones de metros cuadrados. La superficie en la provincia del sur es menor que la existente en Castellón, que cuenta con casi 5 millones más de metros cuadrados; o Valencia, que más que la duplica.

Desde CEV Alicante reconocen que "en los últimos años hemos perdido oportunidades de implantaciones de empresas que al final han decidido ir a Valencia o Madrid, porque allí hay más suelo de gran formato o con mejores dotaciones o vías de comunicación".

El fuerte desarrollo turístico e inmobiliario en la Costa Blanca, que ha priorizado el suelo residencial y hotelero, ha influido. Pero resulta llamativo que en la cuna de sectores industriales como el juguete, el calzado, el textil o el plástico se haya llegado a este punto. Para el presidente de Uepal la burocracia es una de las causas fundamentales. "El tiempo medio de desarrollo de suelo industrial está en 17 años y se necesitan 31 informes diferentes para distintas administraciones".

Los puntos negros

El empresario pone como ejemplo comarcas con una larga tradición industrial, como La Foia de Castalla, que incluye municipios como Ibi, donde "hace dos décadas que, a pesar de disponer de espacio, no se genera el suelo industrial que se demanda". En un encuentro precisamente en Ibi organizado por Uepal para tratar esta problemática, su alcalde, Sergio Carrasco, reconocía "que el procedimiento es el problema" y muchas veces "los cambios de normas y de criterios administrativos" obligan a rehacer o repetir estudios entre administraciones.

Una situación similar se repite en Alcoy, marcado por una orografía donde los barrancos, que en su día fueron claves para asentar los molinos que fueron el motor de su primitiva industria hoy constituyen un quebradero de cabeza para cualquier planificación por el riesgo de inundabilidad. A ello se suma la protección medioambiental, ya que el municipio se ubica entre dos grandes parques naturales. "Alcoy tiene el 80% de su territorio protegido y sólo tiene una dirección de expansión", según explicó Natxo Gómez, presidente de la asociación empresarial local Fedac, que también recordó en ese mismo encuentro empresarial que la seguridad jurídica es otra prioridad para las empresas para decidir sus inversiones.

De hecho, grandes empresas alcoyana han vivido en sus propias carnes la dificultad de intentar crear nuevo suelo industrial. Uno de los casos más recientes fue el de grupo de aceitunas de La Española, que tras años de tramitación de un parque empresarial bautizado como Alcoinnova, vio como los tribunales tumbaban un proyecto con el que buscaba asegurar su continuidad en ese municipio.

Pero ese problema no afecta sólo al interior de la provincia. La Marina Alta y La Marina Baja, en la costa, son dos de las comarcas con menos suelo industrial, mientras que al sur en la Vega Baja también es una carencia. En el caso del Vinalopó, desde Uepal se apunta a que Elda y Petrer son las más problemáticas. Incluso en la zona con mayor concentración de empresas y los polígonos de mayor tamaño, como el eje formado por Alicante capital y Elche, sufre las dificultades para encontrar suelo disponible. "Las pocas operaciones que se producen en suelo y naves industriales son de sale & lease back (venta en que el vendedor continúa como inquilino) de empresas que ya están funcionando", comenta Pedro Menarguez, socio y director de la consultora Equilibra. "En Alicante tenemos una oportunidad industrial, no sólo para los empresarios, también para los inversores porque hay muchos actores y fondos dispuestos a invertir en activos industriales y logísticos".

Para Menarguez, el cortoplacismo político y el mayor interés electoral en el desarrollo de suelo para viviendas han influido en esta situación: "Los planes generales necesitan más de una legislatura y desde la izquierda se han demonizado estas actuaciones", apunta, además de recordar uno de los casos de una empresa, más comercial que industrial, que tras dos décadas de intentos de asentarse en Alicante aún no lo ha conseguido: Ikea.

La falta de oferta de suelo tiene otro efecto directo: los elevados precios del suelo empresarial, algo que supone sobrecostes para las empresas respecto a otros territorios que hoy ya no son tan lejanos en Albacete, Murcia o Valencia. "El poco suelo libre en Alicante en zonas como la carretera de Ocaña alcanza niveles de entre 250 y 260 euros el metro cuadrado", apunta Menarguez

Desde el brazo alicantino de la patronal autonómica CEV coinciden en que la solución pasa por "eliminar el exceso de burocracia, agilizar trámites y coordinar a las distintas administraciones". Además, se apunta que hay proyectos en otras provincias vecinas con un menor peso industrial que están apelando al suelo como una pieza fundamental para atraer empresas.

La situación en la capital

El caso de Alicante capital es un ejemplo de la dificultad de lograr terrenos para las empresas. Pese a que su comarca concentra más del 35% del suelo industrial, según el Estudio de Alternativas de Crecimiento de Suelo para Actividades Económicas elaborado por el Ayuntamiento y presentado este verano, en la actualidad quedan apenas 122.000 m² de suelo industrial disponible. Una situación que ha llevado al Gobierno municipal que dirige Luis Barcala a intentar identificar posibles terrenos para la ampliación de suelo industrial que pueden llegar a sumar otros 2,15 millones de metros cuadrados en el cinturón de Alicante para poder ofrecer alternativas. Según el propio alcalde, ese incremento se ha vuelto acuciante ya que en los últimos años la demanda ha aumentado hasta un 65%.

Como primeras zonas de expansión ya se ha iniciado la tramitación de la ampliación del Área industrial Atalayas ciudad empresarial, el mayor polígono de la ciudad, con 600.000 metros cuadrados más, así como el inicio del Plan Parcial para la ampliación del Parque Científico-Tecnológico de la Universidad de Alicante con el que se espera generar 800.000 metros cuadrados más aunque para un perfil de empresa muy definido.