Industria

El Gobierno exige a los acreedores de Celsa un socio industrial que mantenga la empresa en España

  • Reclama que se eviten decisiones de cierre que pongan en duda su viabilidad
Una instalación de Celsa

Rubén Esteller

El Gobierno quiere dejar claro a los fondos acreedores de Celsa que la compañía es de gran relevancia para el tejido industrial español. Por ese motivo, fuentes del Ejecutivo indican que el se ha trasladado la necesidad de mantener la seguridad de abastecimiento de productos siderúrgicos de la compañía.

El Gobierno, en estrecho contacto con la Generalitat de Catalunya, ha comunicado a los nuevos propietarios que es imperativo que la empresa permanezca en nuestro país, así como evitar decisiones de cierre o recortes que pongan en riesgo la viabilidad de la empresa.

El Ejecutivo está utilizando todos los instrumentos legales disponibles, y en concreto la actual legislación de control de inversiones extranjeras, para asegurar una serie de compromisos que garanticen el mantenimiento del empleo, las capacidades productivas y la toma de decisiones de la empresa en España, así como una gestión eficiente a través de un consejo de administración independiente y la entrada de un socio industrial español que asegure la competitividad de la empresa en el largo plazo.

Los acreedores, por su parte, dieron ayer un nuevo paso dado para hacerse con el control de Celsa, después de que en septiembre el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona validara el plan de reestructuración presentado por estos fondos, entre los que se cuentan Deutsche Bank, SPV Global, Sculptor Investment o Anchorage Capital.

Los fondos han iniciadoel proceso para obtener el aval del Ejecutivo en la toma de control de la siderúrgica y se han comprometido a mantener la plantilla, las capacidades productivas en España y a buscar un socio industrial español