Orona y Ulma hacen tambalear los cimientos de Mondragon
- Estas cooperativas de la división industrial deciden mañana si abandonan el grupo
- Suponen el 15% de las ventas, el 13% del empleo y el 28% del resultado total
Maite Martínez
Bilbao,
La historia del cooperativismo vasco que fundó el padre José María Arizmendiarrieta en el año 1956 en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) cambiará a partir de mañana 16 de diciembre, ya que una fractura horadará de nuevo sus fundamentos solidarios.
Ulma y Orona, pilares de la división industrial de Corporación Mondragon, han dado el paso para abandonar el grupo de cooperativas y emprender su vuelo en solitario, tal y como hicieron Irizar y Ampo años atrás. Esta decisión hace tambalear de nuevo los cimientos de la mayor alianza empresarial de Euskadi y la décima de España.
Las dos cooperativas 'díscolas', que suponen el 15% de las ventas de Mondragon, el 13% de su empleo y entorno al 28% de sus resultados, votarán en sendas asambleas su permanencia o salida del grupo cooperativo. Y salvo sorpresa mayúscula de última hora, los acontecimientos y cruces de comunicados durante varias semanas hacen presagiar que 'la suerte está echada'.
Así Corporación Mondragon, grupo compuesto por 95 cooperativas, que suman 80.000 empleos y una facturación que sobrepasará los 12.000 millones de euros en 2022, afronta su segunda 'fuga' de empresas en sus 66 años de historia, la primera fue la protagonizada por Irizar y Ampo en 2008.
Nuevo marco de relación
El conflicto entre Ulma y Orona, ubicadas en las localidades de Oñate y Hernani, respectivamente, y el grupo Mondragon estalló el pasado 15 de noviembre, tras el Congreso celebrado por la Corporación. Ahí, debía tratarse la iniciativa presentada por las firmas 'salientes', donde solicitaban un nuevo marco de relaciones, con un menor grado de adhesión.
En concreto, proponen crear la figura de cooperativa convenida que, entre otros aspectos, se traduce en desligarse del cumplimiento de las normas congresuales de Mondragon y de la obligación de participar en los mecanismos de intercooperación y solidaridad. Estos conllevan la cesión de un 10% de los beneficios para afrontar problemas puntuales de las cooperativas.
Ulma y Orona quieren una relación de cooperativa convenida, de carácter anual y prorrogable
Tanto Ulma como Orona quieren que la relación se establezca a través de un convenio de carácter anual y prorrogable, como el que Mondragon ya tiene con otras organizaciones y fundaciones. "Pero eso no es Mondragon", afirmó el presidente de la Corporación, Iñigo Ucín, en una entrevista en EiTB.
Los órganos directivos de la alianza cooperativa rechazaron plantear esta ponencia en la cita congresual, porque consideraron que se debía debatir con más tiempo.
Al finalizar el congreso, Ucín afirmó aquel 15 de noviembre que "el futuro de Orona y Ulma y el de sus personas será mejor" si continúan dentro del grupo cooperativo y que la salida de ambas firmas "no beneficia a Orona, ni a Ulma ni al resto de cooperativas". Apeló a la unidad para ser más fuertes en un escenario mundial complejo.
Y estas declaraciones encendieron a Orona y Ulma, que hasta el momento no se habían manifestado. Ambas cooperativas, que suman una facturación de 1.730 millones y una plantilla de 13.000 personas, compartieron su descontento por no ser escuchadas por Mondragon Corporación, al plantear un modelo basado en "convenios de mutuo acuerdo".
Además, han denunciado presiones a sus socios ante las asambleas extraordinarias en las que decidirán su futuro con o sin el grupo cooperativo empresarial.
Quinto operador europeo
Orona es actualmente el quinto operador en Europa del sector de soluciones de movilidad vertical de personas y décimo en el mundo; exporta a más de 110 países y ha comprado unas 100 empresas. Alcanzó en 2021 una cifra de ventas de 832 millones de euros y cerró el ejercicio con 5.507 trabajadores.
Su Consejo Rector convocó la asamblea general extraordinaria para "debatir y votar una propuesta para que Orona, como cooperativa, replantee su relación con la Corporación Mondragon y recupere su plena soberanía", según señaló en un comunicado.
La cooperativa "ya presentó dentro de los plazos establecidos, una propuesta alternativa en la que mostraba un profundo respeto a las diferentes experiencias cooperativas". Además, subrayó que antes de ese congreso del 15 de noviembre, Orona organizó 40 sesiones con todos los socios para compartir su propuesta; el Consejo Rector analizó el día 16 las aportaciones recogidas en estas jornadas; y antes de la Asamblea del 16 de diciembre hará otras 40 sesiones "para resolver definitivamente la inaplazable recuperación de la soberanía".
Por su parte, Ulma, grupo formado por nueve cooperativas y unos 5.500 trabajadores, que factura anualmente alrededor de 900 millones de euros, ha denunciado la "injerencia" del grupo Mondragon en su autonomía de gestión.
Iñigo Ucín: "Nuestro modelo funciona y la unión es mayor que nunca"
En el caso de que Ulma y Orona decidan abandonar la Corporación, su presidente ha reconocido que pasarían a ser cerca de 70 000 trabajadores. Pero cree que "el mayor daño ya está hecho", en referencia a la imagen dada con la confrontación protagonizada en los medios.
A juicio de Iñigo Ucín, el futuro de Mondragon es prometedor "porque nuestro modelo funciona y la unión es hoy mayor que nunca".
Pero, ¿por qué razón dos cooperativas que están dentro de una gran alianza empresarial internacionalmente posicionada, que comparten valores como la democracia, igualdad y solidaridad, deciden abordar un camino en solitario, en un momento económico complicado y de gran incertidumbre en el mercado mundial? Es la pregunta del millón.